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Un policía que es mudo

Cuando uno creía que en León, en la tómbola de secretarios de Seguridad Municipal que inició el alcalde -entonces muy- panista Ricardo Sheffield Padilla, no encontrarían uno más malo, sorprenden con uno peor…

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Tigres de papel

Por Francisco Javier Mares

Cuando uno creía que en León, en la tómbola de secretarios de Seguridad Municipal que inició el alcalde -entonces muy- panista Ricardo Sheffield Padilla, no encontrarían uno más malo, sorprenden con uno peor.

Para la segunda ronda trianual de Héctor Germán René López Santillana a cargo del gobierno leonés -es un decir-, el secretario de Seguridad del estado, Alvar Cabeza de Vaca Appendini designó -no, no fue el alcalde, ni el Ayuntamiento- a Mario Bravo Arrona como jefe de los gendarmes locales.

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Y como el ‘Principio de Peter’ es irrebatible en aquello de advertir del límite de las capacidades, el hombre nomás ya no halla la puerta.

El domingo 26 de enero, luego del asesinato a cinco personas, cuatro hombres y una mujer, en un domicilio al sur de la ciudad, nos salió con la gracejada de considerar el suceso como ‘un hecho aislado’ y ello, por favor no se ría, porque “fue en una casa habitación”.

Bueno, pues esta semana, después de la ejecución a cuatro más, dos mujeres y dos niños, en otra vivienda, esta al poniente de la zona urbana, cerrojazo a los 25 asesinatos aislados cometidos en León en ocho días, el titular de la corporación responsable de prevenir el delito en la comunidad, muy serio todo él, se sienta a la mesa con los periodistas y ataja: “De homicidios no hablo”.

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En lo que debe ser una atracción morbosa por las arenas movedizas, el Policía siguió moviéndose: “No tenemos ningún reporte pero tenemos que analizar la información que salió el fin de semana”, declamó al intentar eludir toda mención de los asesinatos en la colonia Los Olivos. A ver, detengámonos unos segundos: el jefe de la Policía municipal sostiene que no tiene reporte de un multihomicidio cometido horas antes en la ciudad que le pagan por vigilar. Así, de plano.

Y si no se tratase de casos de miedo, la salida que encuentra movería a la ternura; agrega apresurado que “diariamente manejamos el ‘mapa de calor’” -ande usted a saber qué tecnicismo sea ese- respecto a robos en casa habitación, a comercios y a transeúnte, lo que ha generado éxito en la disminución de estas cifras…”, lo recitó sin pestañear.

Ah, y que si se trata de homicidios, “si les preocupa dicho tema”, le pregunten a la Fiscalía “que es quien debe responder sobre estos hechos”.

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Como evidentemente ha de ser harto complicado explicar al señor Bravo sus atribuciones, los reporteros van y buscan una voz mejor informada y con más altas responsabilidades. Así llegan con Héctor Germán René. Pero no.

El edil les dice que la información que les brinda ¡la Fiscalía General de la República! es parcial y que más allá de los operativos y del patrullaje requieren que la Guardia Nacional realice detenciones. Además, que él “debe ser prudente con sus declaraciones para no entorpecer las investigaciones”, así que nada, a esperar los siguientes asesinatos. Minutos, pues.

HEY, T-MEC

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Una nota en el diario ‘Correo’ da cuenta de una carta que trabajadores en activo y otros despedidos de la trasnacional General Motors en su complejo en Silao, entregaron al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su visita reciente a Guanajuato.

Denuncian, lo de siempre: las condiciones precarias en las que laboran; los malos tratos y los sueldos bajos, porque hay cosas que nomás no cambian. Esta vez, buscan la intervención directa de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, STPS, y de su titular Luisa María Alcalde Luján quien, contra los pronósticos iniciales, confirma su eficacia en el cargo.

Los inconformes acusan que el sindicato “Miguel Trujillo López”, de filiación cetemista -tenía que ser-, fue impuesto hace unos 10 años y es proclive a avalar todo despido. La General Motors ha de tener unos 7 mil trabajadores, estiman.

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En el escrito establecen que “no se les otorgan los permisos necesarios para ir al baño” -ya ni en el tercero de primaria, hombre-; les descuentan a título de ‘vacaciones’ los tiempos muertos de los paros técnicos; la jornada laboral pasó de 8 a 12 horas; les escamotean el pago de la hora de la comida; y les obligan a horas extra. Nada nuevo.

La General Motors Silao ha dado de qué hablar desde la atracción de la inversión, allá en el sexenio del priista Rafael Corrales Ayala, con don Joaquín Yamín Saade (+) en la Secretaría de Desarrollo Económico.

Tras el 91, año en el que Carlos Salinas de Gortari regaló la gubernatura al PAN y ordenó que Carlos Medina Plascencia fuese nombrado gobernador interino, los azules designaron a José Mendoza Márquez en la cartera de don Joaquín. Lo primero que hizo el celayense, fue concesionar ‘a alguien muy cercano’ la perforación de los pozos que necesitaba la armadora para su abasto de agua, y que le ganaron al flamante secretario el apelativo que le acompañaría siempre, el de ‘pepe pozos’.

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De tanto en tanto, la GM ‘da nota’. Ahora, el nuevo ingrediente es la firma del relevo del TLCAN, que es el T-MEC -al que únicamente falta la ratificación del Congreso canadiense.

Traerá cosas interesantes como las reformas laborales, ya aprobadas en México -y contempladas en el tratado internacional-, que establecen el traslado de las funciones de las viejas Juntas de Conciliación y Arbitraje, tarea casi lista en Guanajuato, y otras que tienen que ver, sí, con el pago de salarios a los trabajadores.

El nuevo tratado comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, T-MEC, establece que el 40% de los vehículos ligeros debe manufacturarse en zonas donde se pague un mínimo de 16 dólares por hora, eso es algo así como 300 pesos la hora ¿En México?

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Bueno, abusadillos que son, en el gobierno federal deslizan desde ya que el porcentaje restante de la talacha, el 60% que se pagará con salarios inferiores es la que se hará precisamente en México. Lo otro, a’i se lo dejan a los EUA y a Canadá. Habrá que esperar a conocer qué dicen los inspectores laborales gringos que todo mundo asegura que no vendrán.

Mientras, los trabajadores guanajuatenses seguirán rascándose con sus propias uñas como antes, como ahora, como siempre. Idos los Gilberto Escalante, los Juan Leobardo Martínez o los Enrique Betanzos, les sobrevive apenas Hugo Varela Flores, quien este 2020 cumplirá 317 años como líder de la CTM, y para no aburrirse se entretiene como diputado al Congreso de Guanajuato. Cosas veredes. 

LA JAULA

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En el C-5 reuniones y reuniones y reuniones y reuniones; en las calles asesinatos y asesinatos y asesinatos y asesinatos…

Correspondencia: [email protected]

 

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