En caída libre

Por Francisco Javier Mares

En Guanajuato son negras las golondrinas que despiden la vida útil de las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje, las Julcas…

Son un batidillo.

El viernes 20, rutina casi tradición, muy de mañana el patio se pobló de trabajadores enojados, frustrados o resignados, en diálogos acalorados, didácticos, confusos con sus ‘coyotes’ y abogados -para el caso, lo mismo-.

Había estornudos, se entiende.

A algún genio de la burocracia menor le pareció buena idea ordenar el acceso de los solicitantes de justicia laboral, uno a uno.

Azuzados por los leguleyos, los trabajadores se amotinaron. La gritería escaló un par de decibeles.

“Ya mejor que cierren esta chingadera…” -corrió el rumor como dicen que corren los rumores-.

“No, que el licenciado Marcelino (Trejo Ortiz, presidente del Colegio de Abogados de León), ya habló con Marco… (Rodríguez Vázquez, subsecretario de Trabajo y Previsión Social)” -las versiones, como es de apreciar, iban de mal en peor-.

Circularon un par de ‘whatsapps’. Los ojos de los abogados fueron al celular.

“Se informa que hoy es último día de Julcas en todo el estado, hasta el día 20 de abril. El 20 de abril se reanudan actividades. Gracias. Esto después de breve reunión que acaba de tener el Lic. Marcelino Trejo de tener con el señor subsecretario del Trabajo, Marco Antonio Rodríguez, al cual agradecemo sus atenciones. Gracias -textual y en mayúsculas en el original”.

Prácticamente a nadie en ambos lados del escritorio, agradó el tufo autoritario y  ‘perdonavidas’ del mensaje. Uno texto más intentó reparar el daño.

“Una disculpa por el comunicado por la atención a la autoridad esperamos el comunicado oficial de la autoridad, de antemano muchas gracias al Secretario de Gobierno y Sub Secretario de Trabajo, Saludos -otra vez, textual-.” -Sería el mediodía y ya hacía hambre-.

Nada remedió. El más enojado de todos era el litigante Mario Morales. Prudente, él había empujado el cierre so pretexto del riesgo de contagio de covid-19, dada la aglomeración.

MORENOS AL ATAQUE

¿Se acuerda de Mario Alberto Morales Reynoso? Es abogado por la Ibero León. Alguna vez fue juez calificador en la barandilla de Policía. Litiga Laboral. Ande usted a saber por qué, en 2015 el PAN lo hizo presidente del Consejo del Instituto de Acceso a la Información Pública, esa cosa inútil que se hace llamar IACIP. Ahora es ‘morenista’. Su jefe político, Francisco Ricardo Sheffield Padilla fue allá y allá fue él.

A Morales le hacía perder el control que Marcelino se adjudicara ‘el logro’ del anuncio del cierre de las Julcas. Morales y Marcelino son todo un espectáculo.

En diciembre -reseña el portal ‘La Silla Rota Guanajuato’-, aparecieron como aplaudidores de Ricardo Sheffield en el anuncio de la creación del ‘Colectivo Ciudadano’, una plataforma que busca consolidarse como un nuevo proyecto, bla, bla, bla… -Mario Morales ya se vio como candidato de Morena a alcalde de León, y Marcelino dice que él no, que él se espera porque va a ser secretario de Gobierno-. Ah, ok.

Ese viernes, en las Julcas había insultos, descalificaciones -‘¡Incompetente!’-, prisas y nervios. La suspensión de labores la decidían los litigantes no los funcionarios; del anuncio se enteraban primero los trabajadores y los abogados, no los servidores públicos.

Desde enero, 10 entidades federativas -Baja California Sur, Chiapas, Tabasco, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas-, cuyas Julcas concentran el 35% de los expedientes laborales del país, comenzaron la implementación de la reforma laboral -en octubre debiera operar la versión Guanajuato del Centro Nacional de Conciliación -plazo que con el virus encima, seguro se incumplirá.

En el momento que los Tribunales Laborales abran sus puertas, las Juntas de Conciliación y Arbitraje ya no recibirán un solo asunto más y se harán cargo del rezago que tengan pendiente por resolver.

El director de las Julcas, José Luis Sánchez, apenas se guarecía del regaño telefónico de la directora del Trabajo, Leticia Chávez Muñoz ¿Y Marco? Aaah, Marco. A las 7 de la noche hizo que su jefe, el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Ayala, rubricara el boletín, ahora sí, oficial, de la ida de las Julcas a la cuarentena.

“Se suspenden las labores jurisdiccionales, cancelando y difiriendo todas las audiencias, diligencias y actividades de tramite jurídico. No correrán los plazos ni términos procesales. Se establecerán guardias para atender la celebración de convenios fuera de juicio y en juicio. El personal continuará laborando a puerta cerrada. Se prestará asesoría laboral a los trabajadores de forma remota”.

Y, al día siguiente, hizo decir exactamente lo mismo al gobernador Diego Rodríguez, en su recuento de acciones de contención al covid-19. “Unidos vamos a salir adelante”.

El miércoles, el gobernador, arropado en la muy pobre imaginación de su equipo, reveló los alcances de su programa de incentivos económicos. Desesperanzador, para los de siempre.

• Programa de Empleo Temporal -ese que llevan y traen desde aquel ‘Ayúdate Ayunando’ -No, ‘ayudando’, del entonces alcalde de León, Luis Quirós.
• Créditos para emprendedores -con la estadística que reporta el emprendedurismo en México: 75% de las empresas cierran antes de terminar el segundo año-.
• Y prórroga de pago en los créditos de Educafin.

“…A petición del Gobernador, los Plenos de todas las Juntas de Conciliación y Arbitraje y el Tribunal Laboral del Estado de Guanajuato acuerdan…”, -dice el boletín oficial. Y cerraron.

¿Usted sabía que en las Julcas hay ratas? Nooo, no se ría. Ratas, roedores. Es en serio, una plaga. Y en lugar de fumigar, compraron trampas. De risa loca…

LA JAULA

Que el Gobierno de León le mete otros 50 millones de pesos a la crisis por el covid-19. Le ofrecían más al Observatorio Ciudadano de León, el OCL. Y no quisieron.

Correspondencia: [email protected]