León, el caos

Por Francisco Javier Mares

“Le tronaron una bala en la cabeza a mi mamá, fue un policía que desde afuera de la casa disparó y la mató. Ella estaba con mi abuelita y mi tía”, platicó el hijo menor de Ángeles (a.m.)

León se hunde en el desgobierno. Ojalá esto fuera una exageración. No lo es.

La ciudad de León, la quinta, sexta más importante del país tiene al frente, es un decir, a un alcalde incapaz de cumplir con sus responsabilidades mínimas.

Alrededor suyo, representaciones partidistas más interesadas en los contratos que en el mandato de las urnas. Una ‘oposición’ gustosa de los intercambios de acuerdos y prebendas. Son tantas las quejas, las denuncias y los hechos que el espacio aquí sería insuficiente para enumerarlos siquiera.

A mitad del caos, el miedo. La violencia que azota a la ciudad está absolutamente fuera de control. Más de 30 asesinatos impunes en 12 días de diciembre y entonces llega la policía a decorar el pastel: los uniformados de León ahora mataron a una mujer.

Sucedió en ‘Piletas’, una de los centenares de colonias de la ciudad que ningún político que se precie, camina a menos que sean tiempos de campaña -ya merito, por cierto.

Ahí, este sábado, serían las cinco de la tarde, una vecina murió de un balazo en la cabeza. Le disparó un policía. Una prensa dócil se apresura a elaborar un entorno de agresión a los uniformados. En la alcaldía, así, ni siquiera tendrían que construir un discurso -tampoco vaya usted a creer que saben hacerlo- de autoexculpación. Al paso de las horas -la marca de la casa-, en el gobierno municipal seguían con la boca cerrada -‘hasta el cierre de esta edición, la Secretaría de Seguridad Pública no se pronunció al respecto ni dio detalles de los agentes lesionados’, pregona un tierno lugar común en algún diario.-

Tan grave como es, el crimen que cometió este policía anónimo es apenas el comedido ‘botón de muestra’ de lo que pasa en la ciudad. En León, los ciudadanos salen con ‘el jesús en la boca’, y no saben si regresarán a salvo a sus hogares.

Imposible resistirse a la tentación: a León lo oprime un gobierno con desplantes clasistas.

Como corresponde, la investigación de los hechos ha quedado a cargo de los detectives a las órdenes del fiscal ‘general y autónomo’ de Guanajuato, Carlos Zamarripa Aguirre quien, diligente que es, se encargará se sepultarla bajo una montaña de fojas.

Ni siquiera es difícil anticipar eso. Nadie ajeno al aparato oficial, por ejemplo, conoce de avance relevante alguno en la investigación de los hechos en los que murieron cinco trabajadores en la planta de tratamiento de aguas residuales del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León, el Sapal. Los periódicos, todos con ricos contratos publicitarios en su haberes, pronto miraron hacia otro lado. Los familiares peregrinan en busca de eco a sus denuncias.

El punto es este: los integrantes del Ayuntamiento, el órgano de gobierno de los muncipios de este país, hacen como que la cosa no es con ellos, al fin y al cabo, rehuyen, la paramunicipal que es Sapal es ‘autónoma’, con su propio consejo ‘directivo’ y asume sus responsabilidades.

Sapal, en un boletin infame, informó que ya se ha pagado lo correspondiente -algo así como 30 mil pesos por cada difunto- y se ha ‘gestionado’ el acceso a otros derechos. Punto. Que ellos ya cumplieron y esperan el fallo de la fiscalía -a favor, claro- que debiera al menos enviar el expediente a un juez.

Mientras Sapal se atrinchera en sus pagos a los medios, en el cabildo juegan al ‘tío lolo’, prestos echaron mano a las arcas públicas para extraer cinco millones de pesos que regalaron a los organizadores del ‘Festival Internacional del Globo’, el FIG 2020 -quesque para las pizzas en la noche- pero frente al drama de las familias de los trabajadores del Sapal, no disponen de tiempo…, de recursos, menos.

NADIE AL TIMÓN

La más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública, Envipe 2020, del Inegi-, cuyos números se esmeran en robustecer la ‘percepción favorable’ de la seguridad, no tiene más remedio que confirmar que cinco estados de la república registran alzas en sus tasas de delitos por cada 100 mil habitantes: Colima, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo y claro, Guanajuato.

Lo que ocurre en León, en el estado, es un escándalo internacional.

En Guanajuato ya no son únicamente las estadísticas de víctimas mortales que se acumulan dia a día. Guanajuato está instalado en la barbarie.

“Tres jóvenes fueron amputados de ambas manos y arrojados con vida desde una camioneta a la carretera de Silao a la comunidad de Trejo, de ese mismo municipio, la noche del viernes. Se trata de una joven que se encuentra embarazada y dos hombres, quienes fueron auxiliados por personas que se encontraban en la zona y trasladados a un hospital. Los jóvenes tienen entre 22 y 25 años de edad. Las manos fueron también arrojadas en ese punto, así como una cartulina con un mensaje presuntamente de un grupo del crimen organizado…” -reseña la agencia ‘Apro’.

Y ante semejante salvajada ¡No pasa absolutamente nada! El gobierno ya ni siquiera ‘opina’ de la violencia.

Volvamos a León.

En el Ayuntamiento despacha como síndica la panista Leticia Villegas Nava. A nadie sorprendería que ella fuera la siguiente Presidenta municipal de León.

Ya el PAN nos anunció oficialmente que sus candidaturas serán asignadas por ‘dedazo estatutuario’. Leticia Villegas competiría, también es un decir, con la diputada local Libia Denisse García Muñoz Ledo quien solo tendría a su favor el respaldo del gobernador Diego Rodríguez, notoriamente insuficiente esta vez porque Leticia es hija del patriarca Elías Villegas, quien heredó los bártulos de esa cosa que llaman ‘El Yunque’ al ex gobernador Miguel Márquez, el hombre tras el gobierno de Guanajuato, y bien pudo dejar también ‘ese encarguito’ -que de complicarse, en una posibilidad muy remota erigiría a Alejandra Gutiérrez como tercera en discordia-. En fin, esos son asuntos azules.

Esto resolvería la candidatura panista, que no la elección, claro, al menos en la formalidad. Porque en León, la oposición es una broma. Y de mal gusto, por cierto. Citaríamos al PRI solo por costumbre, porque oposición no son. Tendrán un candidato que irá al ayuntamiento -porque las y los diputados ahora les regalan ese bono de participación-, y tendrán un par de regidores. Nada Más, lo demás es rollo.

Del ‘verde’, ni hablar -ellos solo buscan compañía-, y la incipiente ‘Morena’ es todo un caso. Si ya hace tres años el panista/morenista Ricardo Sheffield se permitió la ligereza de imponer como candidato a alcalde a Ernesto Oviedo, directamente desde la central de abasto, lo haría de nuevo pero ahora con la figura del abogado Marcelino Trejo -quien ya debutó como protestante en la plaza, por el asesinato al joven abogado Carlos Marcelo Herrera, egresado de la Ibero León.

Marcelino también iría al cabildo y en esa ‘hoguera de vanidades’, grandes, medianas y chiquitas que perfilaron los diputados, su participación será de lo más divertida. Ya verá.

En León, el alcalde, que responde al nombre de Héctor Germán René López Santillana, que tiene más de cinco años ahí y es de filiación panista, es un ausente. Ante cualquier conflicto, desaparece. Eso lo sabe cualquiera. Y no estaría mal, pues, si alguien se hiciera cargo. Urge.

(A) LA JAULA

Estos ‘Tigres…’ se entregan, claro, antes de conocer el resultado del León – Pumas. Ya le contaremos. Del partido y de los excesos de aficionados y policías. Es de esperar que no pase a mayores. A ver.

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