La secu y más

Por Francisco Javier Mares

Es oficial: ni el gobierno a cargo de la enseñanza pública ni los inversionistas en la educación privada, atinan a la fecha del regreso a clases. Agosto es apenas una referencia, la última palabra la tiene… la pandemia.

Una respuesta pronta y exhuberante tuvo la bravuconada de Alfredo Villar Jiménez, a la sazón presidente de la ‘Asociación Nacional de Escuelas Particulares’, quien anunció un regreso a clases este lunes uno de marzo, así sin más.

Que lo harían con o sin el aval de la Secretaría de Educación Pública, la SEP. Que lo que piden es apoyo, no permiso, así que volverían a las aulas sin importar el color de los semáforos de cada estado. Sí a todas las precauciones sanitarias, pero que si pretenden sancionarles ellos se reportan listos para interponer amparos y pelear en los juzgados su derecho a educar.

Un mes atrás, el 26 de enero, el susodicho ya había anticipado que debido a la pandemia de covid-19 cerrarían 20 mil de las 48 mil escuelas privadas que hay en todo el país. Se perderían 200 mil empleos de profesores y administrativos. De los 5 millones y medio de estudiantes del sistema privado, 2 millones 300 mil se irían al público a validar sus estudios en línea, más del 40%.

La escolaridad interrumpida por la pandemia de covid-19, agobia a la agenda pública del país. Rompió con la normalidad, apenas iniciado 2020. Un año después, aún impide ir a la escuela a millones de niños, jóvenes y al personal docente y administrativo de los planteles públicos y privados.

El coronavirus SARS-CoV-2 frenó la continuidad del aprendizaje en las escuelas, puso de cabeza el orden familiar que dejaba a los hijos al cuidado de las instituciones, mientras los adultos salían a ganar el sustento familiar. Una tragedia.

En lanzamiento de curva, el anuncio de Villar se da, casualmente, justo al cambio de titular en la SEP. Dejó la Secretaría Esteban Moctezuma, que se va como embajador a los Estados Unidos, y llega la profesora Delfina Gómez, la excandidata de Morena a gobernadora del Estado de México -doña Delfina apenas preguntaba por los días inhábiles cuando escuchó la noticia.

Ya veremos este lunes, pero Alfredo Villar habría hecho mal sus cuentas, porque el mundo se le vino encima…

En comunicado de prensa, la SEP respondió a la ANEP que no se volverá a las clases presenciales sino hasta que el semáforo de reactivación sea verde en la entidad correspondiente. El regreso será seguro, ordenado, gradual y cauto. Las disposiciones son competencia de las autoridades sanitarias federales y locales -en pocas palabras, las escuelas particulares no se mandan solas-.

En sintonía, la secretaría de Salud federal pidió a las escuelas públicas y privadas, que se abstengan de tomar decisiones hasta que estén listos los lineamientos de seguridad y sanitarios. Lo contrario traería consecuencias que ya conocimos con el aumento de la movilidad, además de los contagios previsibles entre el personal docente, estudiantes y trabajadores.

El paro escolar obligado evidencia el apremio de las familias de escasos recursos. Los hogares con mejores ingresos solventan la ausencia de la educación presencial, con el auxilio de dispositivos digitales que les acercan los contenidos. La secu es un grito de alerta. La SEP concede que al menos 800 mil alumnos que concluirían la educación secundaria en 2020 ya no se habrían inscrito al bachillerato, una deserción de cuatro de cada 10 muchachos.

Siempre oportuna, la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNAM, anunció que continuará con las clases a distancia. Las actividades escolares presenciales se reanudarán hasta 10 días después de que el semáforo local se encuentre en verde y el profesorado haya sido vacunado. Punto. En tanto, el Instituto Politécnico Nacional, el IPN, confirmó que continuará con las clases en línea.

En el arranque de la tercera década del siglo XXI, por primera ocasión ocurre la caída de la inscripción en el nivel medio superior. Los jóvenes salieron a trabajar en apoyo de la economía familiar…, o se quedaron al cuidado de sus familiares, los más chicos o los más viejos, a falta de que alguien más lo hiciera.

GUANAJUATO A RECESO

Con tino y de manera puntual, el gobernador Diego Rodríguez atajó que el comportamiento de la pandemia en Guanajuato no permitiría un retorno a las aulas en el corto plazo. Al menos en este primer semestre del año sería complicado, ‘pues el comportamiento social no ha permitido un control efectivo en la cadena de contagios’, desliza así como quien no quiere.

Peor, todavía, podría ser hasta principios del 2022 cuando una vacunación de rebaño permita regresar a clases… incluso es difícil esperarla en agosto, calcula el gober quien, eso sí, lleva muy bien sus cuentas: el 17 de marzo cumpliremos un año sin clases presenciales.

Para la secretaría de Educación de Guanajuato, la SEG, no hay duda, el regreso a las aulas se dará hasta que existan condiciones sanitarias adecuadas. La suspensión de clases se mantiene, con la finalidad de evitar la propagación de este virus maldito. Todas las instituciones educativas del estado, deben atender las acciones de prevención que dicta Salud estatal.

Y para la Secretaría de Salud de Guanajuato, ‘la oleada’ de contagios y muertes por covid-19 en enero, impide un retorno a las aulas hasta descartar un nuevo repunte. Hoy no existen esas condiciones. Un regreso a clases presenciales, pronosticaría contagios entre los estudiantes, exponer a docentes con padecimientos crónico degenerativos, adultos mayores…

La experiencia de la educación a distancia define ya a una generación de niños y jóvenes. Su manera de aprehender la realidad. Los hay quienes acceden a tabletas y computadoras, otros a la televisión, algunos ni a esta. ‘Aprende en casa’, de la SEP, hace lo que puede, y si usted pregunta al ama de casa en la calle, no es mucho.

Bueno, la SEP tiene ‘otros datos.’ Nueve de cada diez alumnos del sistema educativo nacional adquirieron otros aprendizajes con ‘Aprende en Casa’. Los resultados de la encuesta nacional aplicada a más de 4 millones entre estudiantes, profesores, padres de familia, directores y supervisores, dicen que siete de cada 10 otorgaron calificaciones superiores a 8 a los programas. Sería cosa de creerles.

En fin. Incluso los profes de Guanajuato, desde su avejentado SNTE avisan que plantean con la SEG que no haya regreso a clases sin semáforo en verde y vacunación de todos los maestros. Es más, hasta la muy conservadora Unión Nacional de Padres de Familia, la  UNPF -¡Todavía existe!-, advierte que retornarán el día que Salud del estado lo apruebe. No, mientras no haya certeza de un regreso seguro. La UG sigue a distancia.

Ah, ‘algunas’ escuelas privadas de León sí quieren regresar a clases presenciales, aunque sea ‘de manera progresiva’. La síndica panista Leticia Villegas dice que ayudaría a los alumnos, padres de familia y maestros. Ella es dueña del Colegio Guanajuato. Ya en noviembre la denunciaron en redes por esa acción. Ella dijo que sólo iban por material y que ‘sólo fue una vez…’

La inestabilidad del sistema educativo ha ocasionado un desastre al interior de las familias mexicanas, y lo mismo en ‘la normalidad’ del país. Frenó el desarrollo económico y agrandó la economía informal. El regreso a clases presenciales no tiene fecha. Ya debiéramos estar ocupados en democratizar el accceso a las nuevas tecnologías, para subsanar la precariedad que tomó por asalto a la educación. Pero, no.

(A) LA JAULA

Un gobierno ciego.

En León, el gobierno municipal está viendo y no ve. Llena las callecitas de San Juan de Dios con ‘bolardos’, sí, los mismos que odiaban los panistas en la gestión de Bárbara Botello. No son ‘bolas’ de concreto, sino cajas de madera, pero estorban igual.

Los vecinos le mandan decir que, hombre, qué amables, pero les preocupan más los homicidios, los ‘cristalazos’, los robos domiciliarios y los ‘bajadores’ en la vía pública. ‘Que la gente que viene esté tranquila, no solo que la zona esté bonita’ ¿Así o más claro? La precampaña arranca mal…

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