José Alfredo Jiménez, un legado eterno en Dolores Hidalgo

Los restos de José Alfredo Jiménez descansan en el panteón de Dolores Hidalgo, lugar desde el que sigue vivo en el corazón de sus seguidores.

José Alfredo Jiménez, uno de los más grandes íconos de la música ranchera, ha encontrado su eterno reposo en su amado pueblo natal. Sus restos descansan en el Panteón Municipal de Dolores Hidalgo, después de casi 50 años desde su fallecimiento y tres remodelaciones al espacio que alberga su memoria.

En el mediodía del 2 de noviembre, mientras los habitantes de Dolores visitan a sus seres queridos fallecidos, el turismo se acerca al majestuoso mausoleo de «El Rey».

«Yo conocí a José Alfredo Jiménez en vida. Hasta nos tomamos unos tequilas y anduvimos cantando con el mariachi Vargas aquí en Dolores Hidalgo. Para mí representa mucho porque lo conocí y lo quise mucho. El día que murió yo lloré», cuenta Germán, un mariachi de la zona.

Desde Chihuahua, visitantes aprovechan su paso por Dolores Hidalgo para conocer la tumba de José Alfredo y comparten sus experiencias: «Nosotros venimos del norte de Chihuahua, muy bonito, muy bonita la experiencia», dice Arely.

Un guía de turistas explica el significado de los elementos en el colorido mausoleo, como el sombrero con 113 cristales formando una cruz y el zarape que simboliza la carretera que viene de Guanajuato a Dolores, entre otros.

Entre las ofrendas de cempasúchil, las rosas y las coronas, los extranjeros disfrutan de las tradiciones mexicanas y rinden homenaje al autor de «La Vida No Vale Nada».

«Yo soy nicaragüense, gran fanático de José Alfredo Jiménez y es un gusto estar por acá visitando su tumba», comenta Miguel. Mariana, desde Costa Rica, agrega: «Es el mero, mero de aquí de México. Su música es excelente y sus canciones son el mero mero».

La fiesta apenas comienza, ya que el próximo 23 de noviembre se cumplen 50 años del fallecimiento del autor de «La vida no vale nada».