Ganaba 75 mil dólares como abogada y renunció para convertirse en psíquica de animales

Nikki Vasconez, residente de Filadelfia, Estados Unidos, abandonó su carrera como abogada inmobiliaria, donde ganaba alrededor de 75 mil dólares anuales, para seguir su verdadera pasión: la comunicación psíquica con animales.

A la edad de 33 años, en septiembre de 2020, en plena pandemia de coronavirus, Nikki inició una investigación sobre cómo establecer un vínculo especial con las mascotas. Este viaje la llevó a tomar la decisión de renunciar a su empleo un año después, transformando su vida de abogada estresada a la de una psíquica de animales, describiéndola como «el trabajo de sus sueños».

Fundó la empresa Nikki Vasconez Animal Communication, donde lanzó su negocio en redes sociales en septiembre del año pasado. La respuesta fue abrumadora, con solicitudes de consultas acumulándose rápidamente, agotando sus citas.

Como psíquica de mascotas se ha convertido en una sensación en TikTok, ganando una base de seguidores de 175 mil personas en pocos meses. Nikki comparte su habilidad telepática no solo para comunicarse con animales vivos, sino también con aquellos que han fallecido.

Antes de embarcarse en una lectura, Nikki estudia una fotografía del animal, haciendo preguntas telepáticas y registrando las respuestas para que los dueños puedan escuchar el intercambio.

Aunque prefiere no conocer muchos detalles sobre el animal, insiste en ver los ojos en la foto y obtener información básica como el nombre, sexo y los nombres de las personas que interactúan con la mascota.

El cambio de vida no solo ha traído satisfacción personal a Nikki, sino también un éxito financiero. Cobrando 350 dólares por sesión de una hora, se ha visto obligada a limitar las lecturas a dos por día debido a la alta demanda.

Nikki Vasconez, quien alguna vez se sintió «miserable» como abogada, ahora encuentra alegría en su nueva profesión. Además de trabajar con perros y gatos, ha tenido experiencias comunicativas con una sorprendente variedad de animales, desde dragones barbudos hasta caballos, vacas, cerdos, aves y burros.