Fuegos artificiales: un peligro oculto para las mascotas durante las fiestas

Las fiestas de Navidad y Año Nuevo están marcadas por el resplandor de los fuegos artificiales, un espectáculo que fascina a muchos pero que puede ser una experiencia traumática para las mascotas. La pirotecnia, aunque visualmente impactante, representa un grave riesgo para la salud física y emocional de las mascotas, cuyos sistemas auditivos y nerviosos son mucho más sensibles que los de los humanos.

¿Por qué los fuegos artificiales afectan tanto a perros y gatos?

El oído de los animales es extraordinariamente agudo. Mientras que los humanos perciben sonidos hasta los 20 kHz, los perros pueden captar frecuencias de hasta 65 kHz y los gatos hasta 85 kHz. Los estallidos de los fuegos artificiales, que pueden superar los 150 decibelios, no solo son ensordecedores sino también potencialmente dolorosos para ellos.

Además, la imprevisibilidad de los sonidos activa el sistema nervioso simpático de las mascotas, desencadenando una respuesta de estrés extremo. Esto puede provocar taquicardia, hiperventilación e incluso un estado de pánico. Para los animales, que no comprenden el origen de estos ruidos, los fuegos artificiales representan una amenaza inminente.

Mientras que los gatos tienden a esconderse en espacios reducidos para sentirse seguros, los perros suelen actuar de forma impulsiva, intentando huir, lo que los expone a accidentes o pérdidas. La exposición repetida a estas situaciones puede causar trastornos de ansiedad a largo plazo, afectando su bienestar general.

Cómo proteger a tus mascotas del estrés de la pirotecnia

Ante este problema, existen diversas estrategias para minimizar el impacto de los fuegos artificiales en las mascotas:

1. Preparar un refugio seguro: Crear un espacio cómodo y tranquilo dentro de casa puede ayudar. Una habitación alejada de ventanas, con mantas, su cama habitual y juguetes, les proporcionará un lugar de resguardo.
2. Reducir el ruido: Mantener puertas y ventanas cerradas y utilizar música relajante o ruido blanco puede ayudar a enmascarar los estruendos externos.
3. Mantener la calma: Es fundamental evitar sobreproteger a la mascota o reaccionar de forma exagerada. Mantener una actitud tranquila ayuda a reducir su ansiedad.
4. Consultar al veterinario: Para mascotas especialmente sensibles, un veterinario puede recomendar feromonas, medicamentos o técnicas específicas para manejar el estrés.
5. Actualizar su identificación: Asegúrese de que su mascota lleve una placa con información actualizada en caso de que intente escapar.

Más allá de las fiestas

El impacto de los fuegos artificiales no termina con el último estallido. Muchos animales desarrollan ansiedad a largo plazo, lo que afecta su calidad de vida. Por ello, reflexionar sobre el uso de pirotecnia en celebraciones y buscar alternativas más amigables con las mascotas y el medio ambiente es una necesidad cada vez más urgente.

Este fin de año, brindar un ambiente seguro y tranquilo a nuestras mascotas es el mejor regalo que podemos ofrecerles.