‘Skiplagging’: La polémica estrategia para ahorrar en vuelos

En un mundo donde los viajes aéreos son cada vez más accesibles pero también más costosos, los viajeros buscan constantemente estrategias para ahorrar dinero en sus vuelos. Una táctica polémica que ha ganado popularidad es el skiplagging, también conocido como «vuelos con ciudad oculta» o «pasaje de usar y tirar». Aunque efectiva en algunos casos, esta práctica ha puesto en alerta a las aerolíneas debido a sus implicaciones éticas y legales.

¿Qué es el skiplagging?

El skiplagging consiste en reservar un vuelo con escalas, donde el viajero utiliza la ciudad de conexión como destino final y omite abordar el último tramo del itinerario. Por ejemplo, si alguien desea volar de Madrid a París, podría encontrar un boleto más económico para un vuelo de Madrid a Ámsterdam con escala en París. En este caso, descendería en París, evitando completar el trayecto hacia Ámsterdam.

La razón detrás de este fenómeno radica en la forma en que las aerolíneas calculan sus tarifas. Los vuelos con escalas suelen ser más baratos que los directos, incluso si el destino final está más lejos. Esto se debe a factores como la demanda y las estrategias de mercado, en lugar de la distancia recorrida.

¿Cómo comenzó el skiplagging?

Esta práctica ganó notoriedad gracias a plataformas como Skiplagged, creada por un emprendedor que descubrió el truco al analizar vuelos desde Nueva York. La página permite a los viajeros buscar itinerarios con escalas que les permitan ahorrar dinero al utilizar este método. Aunque las aerolíneas han intentado demandar a Skiplagged en varias ocasiones, la plataforma sigue operando, alentando a más personas a aprovechar las tarifas ocultas.

¿Es seguro o ético?

Aunque el skiplagging no es ilegal, las aerolíneas lo consideran una violación de sus términos y condiciones. Los riesgos incluyen la cancelación de programas de viajero frecuente, restricciones para futuras reservas e incluso la posibilidad de acciones legales en casos extremos.

Además, esta táctica puede ser problemática para quienes viajan con equipaje facturado, ya que las maletas son enviadas al destino final del boleto y no a la ciudad donde el pasajero decide descender. Por ello, quienes optan por el skiplagging suelen viajar únicamente con equipaje de mano.

¿Por qué es controversial?

Las aerolíneas argumentan que el skiplagging afecta sus operaciones al distorsionar la demanda en ciertas rutas y complicar la planificación de asientos disponibles. Por otro lado, los defensores de esta práctica aseguran que las tarifas aéreas son deliberadamente confusas y que el skiplagging es simplemente una forma creativa de aprovechar el sistema.

¿Deberías intentarlo?

Aunque tentador, el skiplagging debe emplearse con precaución. Si bien puede representar un ahorro significativo, también implica aceptar posibles sanciones por parte de las aerolíneas. Además, requiere una planificación cuidadosa, como evitar boletos de ida y vuelta y optar por equipaje ligero.

En última instancia, el debate sobre el skiplagging refleja la tensión entre viajeros que buscan ahorrar y aerolíneas que intentan proteger sus márgenes de beneficio. Mientras tanto, quienes se arriesgan a utilizar esta estrategia seguirán dividiendo opiniones en el mundo de los viajes aéreos.