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Una espantosa X
Una semana más. Guanajuato sigue de cara al fondo del callejón…
Por Francisco Javier Mares
Una semana más. Guanajuato sigue de cara al fondo del callejón.
La violencia del crimen organizado, en saldo y saña, rebasa cualquier límite imaginado pocos años atrás.
Y los estragos de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 covid-19, someten a las ciudades del corredor industrial del estado.
La muerte de guanajuatenses, en ambas vistas de una misma moneda…
En la cara, el exabrupto del ‘padre pistolas’ Alfredo Gallegos -hm, en realidad una expresión propia del personaje-: “Diego Sinhue, no te hagas pendejo, les das ‘cuernos de chivo’, chalecos antibalas, y dejas libre la carretera, güey, a los ‘marros’ y a ‘la nueva generación’, y a los policías les das un pinche tolete…», de lado filias y fobias, asoma la exasperación que se expande en el estado.
Las palabras del sacerdote oriundo de Tarimoro, Guanajuato, en misa en Chucándiro, Michoacán, donde está avecindado, son estruendo en uno de los momentos más críticos del gobierno de Diego Rodríguez, asediado por el gobierno federal, el crimen organizado, la emergencia sanitaria, no pocos desatinos de su propia estructura, y en la mira de los medios del país ajenos a su control.
El fin de semana trajo el ataque armado a un verificentro en Celaya -siempre, Celaya-, que al mediodía del viernes dejó tres homicidios. Lamentables cada una de las muertes, el perfil de una de las víctimas, un emprendedor destacado a cargo de la empresa familiar de proyectos inmobiliarios, tiene a los contribuyentes montados en el reclamo.
En comunicado que rubricó el sábado la Coparmex Celaya Laja-Bajío, los consejos empresariales de Celaya, Comonfort, Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende se pronuncian hartos de lo que ocurre ahí.
“…Sabemos que están rebasadas las alcaldías, y el Estado y pedimos la intervención de la federación para un trabajo coordinado, pero efectivo, necesitamos una respuesta contundente (…) Con estos hechos de violencia como el vivido este viernes y muchos otros más, nos hacen creer que el esfuerzo es en vano, al punto de pensar en claudicar, mejor cerrar puertas y emigrar a otro lado”. Las redes sociales hicieron pronto eco.
Mientras esto ocurría en Celaya, en la ciudad de Guanajuato antimotines y efectivos de las Fuerzas de Seguridad estatales reprimían una manifestación de familiares de personas desaparecidas. El argumento oficial: obstruían las vialidades. Se reportaron cinco arrestos y más las personas golpeadas.
El hecho convocó, a las pocas horas, el extrañamiento de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, y de la Oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, 0NU-DH, lo que no es un logro menor -todavía ni Arturo Sánchez Castellanos sale a defender al gobierno del estado-.
¡USTÉ CÚBRASE LA BOCA!
En la cruz, por decreto en el estado de Guanajuato ya es obligatorio el uso de cubrebocas o mascarillas como medida preventiva y de contención al contagio de covid1-9.
La única medida de caracter estrictamente estatal y obligatoria se dicta medio año después de que la Organización Mundial de la Salud, OMS, publicara, el 5 de enero, su primer parte relativo al nuevo virus.
Hasta la fecha, habían sido exclusivamente las ocurrencias de los alcaldes y sus ayuntamientos -que ni siquiera, lo hemos escrito, son autoridad sanitaria-, las que ‘guiaron’ las acciones de prevención y freno a la pandemia en sus comunidades -con los resultados en curso que ahora conocemos y lamentamos.
De cualquier manera, la orden estatal cambió en nada la conducta de los ciudadanos.
El secretario de salud estatal, Daniel Díaz, ya la había adelantado de forma tímida como acuerdo del Comité Estatal para la Seguridad en Salud; la obligatoriedad se oficializó con la publicación, también el viernes -un viernes movidito-, para entrar en vigor al día siguiente.
Mera formalidad, instruye a los 46 ayuntamientos su difusión. Por supuesto que en León, en la colonia ‘Cañón de la India’ como en el resto de los cinturones de miseria de los municipios del corredor industrial de Guanajuato, nadie se enteró -a menos que hayan comprado ‘El Heraldo’- que en su cabezota de portada advertía “¡Todos a usar cubrebocas!”-, o a pocos importa, como pudo confirmar todo reportero que caminó en tianguis y plazas públicas.
En mayo, el día 22, el gobernador Diego Rodríguez y su secretario de Salud, Daniel Díaz, se reunieron con el arzobispo de León, Alfonso Cortés, y los obispos de la ‘provincia pastoral’ correspondiente: el arzobispo de Morelia, el obispo de Querétaro, el obispo de Celaya y el obispo de Irapuato, como un recurso para multiplicar un mensaje de acato a las medidas de prevención y protección por la pandemia de covid-19. Un acierto, sin duda.
El punto es que además de la Iglesia Católica, en Guanajuato hay partidos políticos; sindicatos; cámaras empresariales; otras Iglesias; organizaciones de la sociedad civil, clubes de servicio; asociaciones civiles, agrupaciones de colonos; colectivos; federaciones educativas; uniones de comerciantes; colegios de profesionistas…, y nada sabemos de una tarea sostenida de sensibilización del gobierno al interior de estos núcleos -y si se hace y no se difunde, peor.
Así que en Guanajuato, en términos generales, no se hace caso de las recomendaciones, instrucciones u órdenes de las autoridades municipales, estatales o federales o, simplemente, ni siquiera las conocen. Quien diga lo contrario, miente.
En tanto resolvemos si los cubrebocas son una maravilla contra el covid-19, como necean en los noticieros y el telemercadeo, y asumen algunos gobiernos estatales o, por el contrario, crean una falsa sensación de seguridad que lleva a las personas a abandonar el confinamiento, obviar la sana distancia y adentrarse en autobuses, tianguis, bares y misas -como advirtió Gatell desde que esto comenzó-, al coro de ‘fuenteovejuna’ la gente camina indiferente hacia el contagio.
A propósito y para variar, la nota de la semana en asuntos de covid-19 en México -además del incremento exponencial en contagios y muertes, claro-, la dan las escaramuzas estériles entre autoridades en busca de culpables, antes de hacer maldita la cosa para frenar la mortandad.
El subsecretario federal de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, advirtió a los estados, oootra vez, de la preocupación federal por el impacto del ‘desconfinamiento’ de las actividades económicas y sociales de los H. Ciudadanos. Demasiado rápido…, y peligroso. Vamos, se quejó de que ni siquiera fue posible actualizar el semáforo epidemiológico de la semana que inicia, debido a inconsistencias en los datos reportados por algunas entidades. Ups.
En su conferencia vespertina del sábado, Gatell deslizó que «aún falta la mitad de la epidemia».
A la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional, GOAN, no le gustaron nada los moditos, saltó en automático y pa´pronto exigió -en twitter, ya sabe-: ‘una reunión urgente con el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.’
En vía de mientras:
La Secretaría de Salud de Guanajuato reportó este domingo 13 mil 855 contagios y 796 fallecimientos acumulados por ‘Covid19’ en el estado. León ya suma 5 mil 666 contagios y 297 decesos… Virus gana, la casa paga.
(A) LA JAULA
Inspectores de Fiscalización y policías desalojaron fiestas en Santa Teresa y El Rodeo y en la Presa de Los Santos, en Guanajuato capital…
“La policía irrumpió en la casa y atrapó a los participantes de aquella fiesta. Se los llevó a la cárcel por lujuriosos y perversos. Era natural. La policía no puede irrumpir en las calles y acabar con otros escándalos, como el de la miseria”, diría Sabines.
‘(A) La Jaula’ irá el rockstar en turno.
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