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El Grito mudo de la Independencia
El Centro Histórico de León no luce tan patriótico como en años anteriores. Nos dimos un recorrido y no hay tanta venta de carnes, artículos y demás productos para las fiestas patrias…
No habrá Grito de Independencia. La pandemia trajo consigo una serie de novedades que no han terminado, decenas y decenas de eventos se han cancelado en León y con ellos el tradicional Grito que, de acuerdo a información oficial, se festejaba desde 1825.
El Centro Histórico de León no luce tan patriótico como en años anteriores. Nos dimos un recorrido y no hay tanta venta de carnes, artículos y demás productos para las fiestas patrias.
Justo enfrente de la parte trasera de la Presidencia Municipal de León, en la calle Justo Sierra, hay una papelería, a la vista no están los múltiples adornos que venden siempre para esta fecha.
A la vuelta, por la calle Josefa Ortiz de Domínguez, al menos en un tramo considerable solo encontramos una tienda de ropa adornada con globos verde, blanco y rojo a la entrada. Los demás lucían normal.
Caminando sobre esa calle, de frente hacia la calle Aquiles Serdán, se encuentra el Templo de La Soledad, también característico y tradicional para estas fechas.
Me metí al Mercado Aldama que se ubica en la otra esquina, pues afuera no había ambulantes ofreciendo las banderas, playeras y trompetas de México, solo un señor que vendía pomadas en dicha esquina sentado en el suelo ofrecía banderitas chiquitas de 15 por 10 centímetros.
Adentro del mercado se ambientan con la canción de «El Palomito» de los Cadetes de Linares, esa que dice así: “Currucú, currucú, le cantaba el palomito”, doy una vuelta hasta encontrar las carnicerías, no se ve movimiento como en otras ocasiones, tampoco donde venden cocteles de camarón.
En los pasillos de las carnicerías venden chuleta ahumada, carne para freír, pollo, chicharrón prensado, chorizo, bistec, picadillo, y hay un letrero que dice: “Lo que dure el covid, hígado a 40 pesos”.
En la parte alta, la zona de las fondas sí tiene gente, aunque lo más cercano al 15 de septiembre es un mantel con el que cubren una mesa donde comen los clientes. Más adelante están los locales de trajes y vestidos típicos de la región, sombreros de charro, rebozos y gabanes.
– A sus órdenes, dice un vendedor a una familia que buscaba un rebozo.
La madre de familia pregunta por él, caminan unos metros y le sacan un par de los mismos para que los vean.
– A $250 el individual y a $320 el familiar, dice la vendedora.
Parecen manteles, a lo que la mujer dice que no, que ella quiere un rebozo para ella. La venta se cayó.
Salgo y me dirijo al Descargue Estrella por la avenida Miguel Alemán, en la entrada me encuentro al señor Alfredo Mendiola, quien tiene más de 45 años vendiendo grano para pozole; dijo que la situación se está mejorando, por lo que hay una esperanza para que las ventas fluyan pese al covid-19.