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La suerte del fiscal
Este domingo, León amaneció con 65 asesinatos cometidos en 28 días de noviembre. La cuenta 2020, ascendía a 781 vidas arrebatadas por la violencia en esta ciudad
Por Francisco Javier Mares
Este domingo, León amaneció con 65 asesinatos cometidos en 28 días de noviembre. La cuenta 2020, ascendía a 781 vidas arrebatadas por la violencia en esta ciudad.
En el estado de Guanajuato, de enero a septiembre en cifras oficiales ya habían matado intencionalmente a 3 mil 438 personas, 34.2 por ciento más que en el mismo lapso de 2019.
La estadística mortal y las investigaciones estériles suman: impunidad.
En Guanajuato, a cargo de las carteras responsables de que eso no sucediera hay dos funcionarios que, salvo en el aparato oficial, nadie atina a explicar -menos a justificar- su permanencia ahí.
El secretario estatal de Seguridad, Alvar Cabeza de Vaca Appendini y el fiscal general autónomo, Carlos Zamarripa Aguirre.
Alvar Cabeza de Vaca, a según convenga o no el temporal, se asume algo así como el ‘Alto Comisionado del Mando Único’ de la seguridad en la entidad o un mero coadyuvante de las policías municipales.
Y Carlos Zamarripa Aguirre desespera porque desde su muy conveniente perspectiva, a los contribuyentes no les queda claro que a él no corresponde la prevención de los delitos y que sus números son de excelencia…
El caso es que los asesinatos -y los secuestros y las extorsiones y los robos carreteros y las desapariciones y…-, se cometen todos los días, a toda hora, en todos los municipios sin castigo alguno, mientras a los uniformados y a los detectives los inhuma la numeralia.
De enero a septiembre del 2020, Guanajuato había registrado 3 mil 438 víctimas de homicidios dolosos, 34.2 por ciento más que en el mismo lapso de 2019 -2 mil 560 víctimas-, grave de suyo, pero que respecto a los 700 asesinatos en el mismo período de 2015 -año en el que comenzó el registro del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, SESNSP-, el aumento a 2020 supera ya el 391.1 por ciento.
Más claro: si algo cambia, es para peor…
En menos de tres meses, el gremio del periodismo y la comunicación de Guanajuato fue golpeado con un saldo fatal en dos ocasiones:
El 16 de agosto privaron de su libertad al joven Elihú Ortega, irónicamente, vocero de la propia Fiscalía General de Guanajuato. Casi dos semanas después su cuerpo fue encontrado en un paraje del municipio de Salamanca. La fiscalía apresuró la consignación de dos presuntos responsables, ese mismo día. Alega un caso de secuestro y homicidio ‘esclarecido’.
Y el día nueve de este noviembre, el reportero Israel Vázquez fue asesinado a balazos, justo cuando informaría, en vivo, del hallazgo de restos humanos en la vía pública, también en Salamanca. Ambos sucesos llevaron a los periodistas a manifestarse para urgir respuestas, soluciones y garantías. La fiscalía, pronto encontró a los presuntos homicidas y los entregó al poder Judicial. La información de los procesos se fue a interiores…
SON VIDAS, NO EXPEDIENTES
Una institución educativa, el plantel León de la Universidad Iberoamericana, UIA, ha quedado como rehén de la crónica de la violencia en Guanajuato y atorada en la frustración de sus reclamos sin eco al olimpo gubernamental.
Nadia Verónica Rodríguez, una de sus estudiantes de la licenciatura en Relaciones Internacionales fue muerta a tiros -de enero a septiembre se cuentan 325 mujeres asesinadas en Guanajuato-, en hechos ocurridos otra vez en Salamanca, la madrugada del ‘8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer’. Había aprovechado la pausa de fin de semana para visitar a su familia.
Todavía sin enterarse de la tragedia, muchas de sus compañeras se sumaban horas después a los colectivos de mujeres que se pronunciaron de manera inédita en la ciudad de León, a propósito de la efeméride.
En octubre la familia de Nadia entregó un pliego petitorio a la institución. “Que se haga el trabajo necesario para dar con el o los asesinos de mi hija, sobre todo para que esto no quede impune, y también las autoridades que vayan viendo para que esto no siga pasando en Guanajuato porque es un estado terrible en materia de seguridad…”, dijo al diario ‘a.m.’, el padre de la estudiante.
Bien, pues la tarde del día 19 de este mes, asesinaron presuntamente a mitad de un robo violento a las puertas de su despacho, al joven abogado Marcelo Carlos Herrera…, egresado de la Ibero León.
Integrantes del Colegio de Abogados de Guanajuato, liderados por Marcelino Trejo -quien se revela como un político incipiente de protesta selectiva y aspirante a la candidatura de ‘Morena’ a la alcaldía de León-, se manifestaron a las puertas de la casa municipal. Los escuchó el secretario del Ayuntamiento Felipe de Jesús López, porque el alcalde panista Héctor Germán René Lopez Santillana mandó decir que se encontraba ‘muy ocupado’ como para atenderlos.
La UIA León, desde su Programa Universitario de Derechos Humanos, difundió en sus redes sociales una protesta enérgica:
Exigen al fiscal Carlos Zamarripa “una investigación seria, eficaz e imparcial con el objetivo de que se esclarezcan y sancionen los hechos”.
Al alcalde Germán René “que cumpla con las funciones para las cuales ha sido designado en cuanto a la salvaguarda de la seguridad ciudadana”.
Al gobernador Diego Rodríguez “fin a la violencia en la entidad, misma que hemos visto incrementada por diversos factores, entre ellos la falta de estrategias efectivas para prevenir la comisión de delitos y la deficiente actuación en el combate a la impunidad y la impartición efectiva de justicia”.
Y al Gobierno federal “una adecuada coordinación con las entidades de la República con altos índices de violencia…”
En cita los casos que involucran a la Ibero León y a los periodistas por su capacidad de difusión, no son los únicos gravísimos y no, infortunadamente, los únicos…
El lunes anterior, en Celaya, Juan Carlos Padilla, de 54 años, vendedor de tamales, murió en un intento de arresto a manos, sí, de policías ministeriales del estado, hecho al que siguió la consabida campaña de desinformación execrable desde la fiscalía -“había una orden de aprehensión por violación; fue un arresto frente a un tumulto; murió de un infarto…”
Al drama de los familiares de personas desaparecidas a la espera de la exhumación de restos humanos de las fosas clandestinas en Salvatierra y Cortazar, hundidos en la confusión del miedo y la esperanza, el andamiaje oficial hizo lo necesario para arrastrarlo hasta la grilla más vulgar.
Y bajo los escombros de los contratos de propaganda del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León, el Sapal, yace el caso de los cinco muchachos trabajadores de su planta de tratamiento de aguas residuales, donde murieron el viernes 13 de este mes en condiciones de trabajo que nadie se ha dignado explicar siquiera…
Nada, el fiscal Carlos Zamarripa -como el dinosaurio de Monterroso-, sigue ahí.
(A) LA JAULA
La simulación.
Esta semana estamos en ‘Naranja con Alerta’, pero en las semifinales nada impedirá a León alcanzar el ‘Semáforo en Rojo’…, pregunten si no al alcalde Germán René…
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