Se les fue el internet

Por Francisco Javier Mares

Alejandro Navarro, el alcalde reelecto de Guanajuato, es todo un caso.

Lo mismo va como ‘apagafuegos’ de los incendios forestales en Ashland, Oregon, EU; prohíbe a los visitantes entrar con tortas a su pueblo; llama a ‘Iron Man’ para combatir la violencia; o alquila cadáveres momificados de personas para espectáculos de feria…

Ahora le quitó el internet a los ciudadanos.

Lo que ocurre en la capital del estado de Guanajuato, es todo un retablo de la picaresca política mexicana -o de la más pura política de aldea, como guste.

El propio Navarro encabezó a los operarios municipales que treparon a los postes a cortar los alambres de ‘Megacable’, y dejó sin el servicio de Internet a miles usuarios particulares, dependencias públicas, comercios, industrias, hospitales, a la seguridad pública ¡a los bomberos!  y al mismísimo Congreso de Guanajuato -donde dicen algunos que ni cuenta se dieron-.

Que ‘Megacable’ debe unos 35 millones de pesos por la falta de pago del uso de la vía pública, desde 2015. En un ‘videíto’ -eso le encanta-, Alejandro pretextó que obedecía ‘un mandato judicial.’ Y que apenas es una primera etapa, de Marfil al sur. En los próximos días retiraría los más de 83 mil metros de cableado de la empresa. Que ya llegarán al centro.

La empresa, en comunicado, dice que está al corriente en sus pagos; que lo del alcalde es un atropello y que emprenderán las acciones penales, civiles y administrativas correspondientes. “Estos actos ilegales constituyen un delito federal y causan daños y perjuicios no sólo a ‘Megacable’ sino al resto de la población, directa e indirectamente”.

En el medio, atrapados entre el capricho, la cerrazón y la arbitrariedad de las partes en pugna, están los ciudadanos que son contribuyentes de la primera y clientes de la segunda. Total ¿A quién importa el internet, la telefonía celular y la televisión?

La ‘Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares’ #ENDUTIH2019, del INEGI, la SCT y el IFT, enseña que en México hay 80.6 millones de usuarios de Internet -el 70.1 por ciento de la población de seis años o más-.Apenas 20.1 millones de hogares disponen de Internet -el 56.4 por ciento-. Del total de los usuarios de Internet 51.6 por ciento son mujeres y 48.4 por ciento son hombres.

Los tres principales medios de conexión a Internet, son: teléfono celular inteligente -smartphone- con el 95.3 por ciento; computadora portátil, 33.2 por ciento; y computadora de escritorio, 28.9 por ciento. La gente entra a Internet: por entretenimiento, búsqueda de información y comunicación. En el otro extremo, sus principales problemas al conectarse, son: la lentitud de respuesta; interrupciones en el servicio; e información no deseada -aquí habrá que agregar: ‘Alejandro Navarro’.

Internet es una herramienta de comunicación y una fuente de información. Verá, alcalde Navarro, el acceso es importante. Sin él se crea la llamada ‘brecha digital’, que pone en desventaja a los que no lo tienen, más grave, si se trata de las niñas y los niños.

Las estadísticas de accesibilidad citadas son previas a la irrupción de la pandemia de la ‘Covid-19’, que para las niñas y los niños de México convirtió a sus hogares en salones de clases.

De acuerdo con la Oficina en México del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, el recurso de la SEP dejó fuera del alcance de la educación al 55.7 por ciento de los hogares, sin acceso a computadoras o celulares inteligentes, internet o la infraestructura necesaria. En fin, decíamos, eso a nadie importa.

LA ISLA DE LA FANTASÍA

Claro, sabemos que Guanajuato no es como el resto del país.

No, no lo es. Los estados que tienen un mayor y mejor acceso a Internet, son: Baja California, 80.8 por ciento; Sonora, 79.1 por ciento; y Nuevo León, 78.5 por ciento. En contraste, las entidades más vulnerables son: Guerrero, 51.3 por ciento; Oaxaca, 48.9 por ciento; y Chiapas, 41.9 por ciento.

En Guanajuato, solo 4 de cada 10 hogares tienen Internet.

Según el Consejo Nacional de Población, CONAPO, en Guanajuato hay 1 millón 523 mil hogares: 456 mil están en las comunidades rurales y 1 millón 67 mil en las ciudades. Por razones obvias, como el negocio, por ejemplo, la mayor conexión está en el corredor industrial, de Purísima del Rincón a Celaya -pasando por Salamanca.

Y no es que falten proveedores: Dish, Movistar, Telcel, Telmex, Megacable, Izzi, Totalplay y otros están ahí, a la caza. Pronto se les sumará ¡Walmart!

Sí. Walmart entró al mercado de telefonía celular en México con su Operador Móvil Virtual, OMV, Bait. Acumula 700 mil usuarios. Ahora competirá en el segmento de Internet en casa. Que pueden llegar a donde otros no llegan, las poblaciones rurales -y de paso impulsar la conectividad.

Para llevar internet a todo México, el gobierno de Amlo anunció a finales de 2019 ‘CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos’. Su meta a 2025 es habilitar 200 mil puntos de acceso gratuitos y extender el servicio a cerca de 130 mil localidades. Eso no sucederá. Un año y medio después, no hay un plan oficial. Expertos estiman que se necesitarían 187 mil 500 millones de pesos para garantizar la conectividad total en México, y en el Presupuesto de Egresos 2021, solo hay 1 mil 986.2 millones de pesos a ‘CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos’…

Mientras tanto, cada quien se rasca con sus propias uñas. Para empezar, los que cargaron sus computadoras y fueron a casa, impelidos por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, a refugiarse en el ‘Home office’.

El Congreso federal aprobó, y el Diario Oficial de la Federación, DOF, publicó el 11 de enero -para entrar en vigor al día siguiente-, una reforma a Ley Federal del Trabajo que obliga a las empresas que ofrezcan el ‘Home office’, entre más, a lo siguiente:

• Proporcionar, instalar y encargarse del mantenimiento de los equipos de cómputo, sillas ergonómicas, impresoras…
• Asumir los costos derivados incluyendo, en su caso, el pago de servicios de telecomunicación y la parte proporcional de electricidad.
• Y respetar el ‘derecho a la desconexión’, que permite apagar el equipo y dejar de contestar llamadas y correos al término de la jornada laboral.

Los empleados tienen como obligaciones: informar con oportunidad sobre los costos y atender las políticas de protección de datos. Además, el cambio en la modalidad de trabajo, de presencial a ‘Home office’, es voluntario y por escrito. Ajá.

El servicio de ‘Megacable’, prácticamente se acerca a la condición de indefendible. Sin embargo, las partes en un pleito legal -sean particulares o la autoridad y particulares-, tienen derecho a agotar las instancias legales y, evidentemente, aquí no es así.

En el caso de Alejandro Navarro, el ‘prácticamente’, está de más. Es indefendible. Su quehacer político, pues. No, esperen, eso es precisamente lo que no puede, no quiere o no sabe hacer: política. ‘Cortar’ el Internet a la ciudad que gobernaría por segunda ocasión consecutiva, es un desplante que va más allá de las tortas y de ‘Iron Man’. Declamar que ‘es una medida que se toma ante los recortes federales’, es… peor. Es no tener ni tantita pena, vaya.

(A) LA JAULA

La Omertá.

Pues nada, comadre, que el ‘Grupo Pachuca’ compró el estadio León. Ese que le decían a ‘la ciudad’ que era suyo. Que el gobierno municipal en turno rentaba al mejor postor. El mismo que Zermeño y cófrades, reclamaron como propio y obtuvieron en tribunales. El mismo que el gober Diego Rodríguez quiso comprar y nadie le hizo segunda. Pos que ya lo compró el ‘Grupo Pachuca’. Los Martínez, sí, esos ¿Y eso? Vaya usted a saber. Por de pronto, dijeron poco en un comunicado. Que lo compraron porque así ‘se garantiza que el equipo jamás saldrá de la ciudad’. Que “permitirá al Club encarar sin preocupaciones el proyecto del Nuevo Estadio León’. Y que -en ‘negritas’ del columnista-: ‘de no haberse cerrado esta operación, la continuidad del equipo en la ciudad habría estado seriamente comprometida’. Almas de la Caridad. ¿Y entonces el Distrito León MX? Esto lo echa para abajo ¿no? No, más bien va por ahí. Será que ‘nos chupamos el dedo’. La verdad, todo ha de ser ‘una cortina de humo’ por que la gente ni va a la feria. Como sea, mejor así déjelo.

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