Yunketos

Por Francisco Javier Mares

El regreso de WikiLeaks, en equipo con medios informativos internacionales, en México, ‘Contralínea’, puso de nuevo en cartelera a ‘El Yunque’, esa vieja entelequia harto conocida por los guanajuatenses…

Un hombre mayor, con un brazalete negro, vigila cómo dos jóvenes colocan a los costados de una mesa, dos banderas: la de México y otra en rojo y blanco, con una ‘Y’ que es a la vez una cruz invertida.

-¡Dios, Patria, Organización! -exclama el oficiante -y hacen coro los asistentes, pocos.

El discípulo, que aguardó en una habitación contigua, entra con paso marcial, golpea su pecho con el brazo derecho que enseguida extiende al frente.

-¿Estás dispuesto a cumplir con los ideales de nuestra organización y aceptar los principios de primordialidad, reserva y disciplina? -¡Sí, estoy dispuesto! -replica el iniciado ante el crucifijo y la biblia.

Si usted le comparte a un muchacho universitario, cuya cabeza ha procurado no llenar de telarañas, que esto existe, muy probablemente estalle en una carcajada.

Pero, no. Sí existen.

El episodio que narra el periodista Álvaro Delgado -quien más ha escrito sobre el tema-, en su libro ‘El Yunque, la ultraderecha mexicana’, se celebra en la escuela ‘Rafael López Gomar’ -a finales de los 70′, a cargo de Tomás López, profe de química de este escribiente, en la prepa de la Comercial Bancaria, en la ciudad de León -y no fue el único del catálogo.

Los documentos de WikiLeaks, recuperan el espíritu de ‘espías’ y  conspiradores de los ‘yunquetos’, que entregan informes semanales de sus encomiendas. El objetivo superior de ‘la Organización’, ‘el Yunque’ o ‘la Orquesta’, es: el poder político para instaurar el reino de Cristo en la Tierra.

Los objetivos específicos son tantos como las personas de interés. Se espía a los propios yunquistas, políticos, periodistas -al menos uno me fue asignado, allá en el arranque reporteril-, religiosos, líderes sociales, y si el recluta es menor de edad espiaría incluso a sus padres -de las escuelas de señoritas, a quienes embaucan, en el rito les cubren las rodillas con papel periódico, si el uniforme no lo hace-. Los reportes van al ‘Centro de Documentación”.

Se cuelan en cualquier organización que luche en favor de las libertades civiles, en los movimientos eclesiales, en los medios de comunicación, en los grupos políticos…

El Yunque es mexicano ‘de nacencia’. Aparece en Puebla -obvio-, en 1955, que para combatir las ideas comunistas -en esas siguen-, mediante la infiltración… o la violencia. Lo exportamos a España a la caída del dictador Francisco Franco, en 1975. Desde entonces son hermanos inseparables.

Alcanzaron su momento de gloria en las presidencias de Vicente Fox y Felipe Calderón, con puestos en el gabinete y acceso al dinerito público, pero desde entonces han venido a menos.

Los especialistas les ven pocas posibilidades de emerger hasta alcanzar esos niveles, así que se aplican en consolidar su influencia en las esferas locales…, como en Guanajuato.

Si bien su poder político nacional va en declive, cobra fuerza su perspectiva social, por trasnochada que luzca -la agenda conservadora se opone, rabiosa, a los derechos sexuales y reproductivos, por ejemplo.

Salvo estas exhibiciones esporádicas, la ultraderecha yunquista se mantiene en la oscuridad, aunque no sin fachadas obvias: asociaciones civiles o escuelas privadas, desde donde arremeten contra la legalización del aborto y la adopción o el matrimonio entre personas del mismo sexo -¿le suena conocido?

PODER LOCAL

Hoy concentran su presencia en estados como Guanajuato, Querétaro, Puebla y Jalisco -en sus Legislaturas, al menos-. Dicen que los mayores de ‘El Yunque’ odian que sus nuevas generaciones solo busquen ‘el hueso’.

Los nombres asociados a ‘El Yunque’, resurgen. Guillermo Velasco Arzac -hermano de Carlos, ya fallecido, alguna vez rector de la IberoLeón-, sería el ‘mando supremo’ -es exsecretario general de la Coparmex y director de ‘México Unido contra la Delincuencia’.

Su biografía es de lo más relevante acá.

Fue director de la Asociación de Industriales del Estado de Guanajuato, la AIG, capullo de la toma por asalto de los empresarios al PAN y después al poder político. La AIG hospedó a los ‘yunques’ de don Elías Villegas, de 1982 en adelante. Ahí llegaron Ramón Martín Huerta, Gerardo Mosqueda -en Relaciones Públicas del alcalde priista Arturo Villegas en León; secretario de Gobierno con el gobernador panista Juan Manuel Oliva, y cabeza de aquella ocurrencia loquísima del engendro ‘En los Medios A Favor de lo mejor’-, Jorge Dávila, Alfredo Ling, René Mondragón, Ramón Muñoz, Etc. Etc. Etc…

Otra vez, ya sabe, las identidades de Juan Carlos Romero Hicks, exgober de Guanajuato, quien ha dejado de ser el coordinador de los diputados federales del PAN; del propio Ramón Muñoz, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República con Vicente Fox; de Luis Felipe Bravo Mena, silaoense para más señas, representante del gobierno de Guanajuato en la Ciudad de México y ex presidente nacional del PAN; de Ana Teresa Aranda, exiliada de León a Puebla -tía de Gerardo Hernández Aranda, ‘Robocop’, jefe de los municipales con el alcalde Carlos Medina Plascencia…

Y los membretes que son fachada de ‘El Yunque’, como la Asociación Nacional de Padres de Familia; la Asociación Nacional Cívica Femenina, Ancifem; el Frente Nacional por la Familia; la Comisión Mexicana de Derechos, Vida y Familia; Provida; el Consejo Mexicano de la Familia; Desarrollo Humano Integral, AC., el DHIAC -Uy, aquel de Mario Ante Landín, en la segunda mitad de los 80′.

En el círculo, universidades como la Popular Autónoma del Estado de Puebla, la UPAEP. En Guanajuato, la Universidad de La Salle Bajío, está convertida en el semillero de los gobiernos panistas del estado y los municipios. El gobernador anterior, Miguel Márquez y el actual, Diego Rodríguez, son egresados de sus aulas -desde que era la UBAC, de ahí ‘se llevaban’ a los muchachos -así como se los lleva la bruja- a las juntas de los sábados en una finca de la Comercial Bancaria, en la calle Hidalgo.

Álvaro Delgado, trae a cuento el ala de los grupos de choque del ‘Yunque’ -“que mediante la injuria y la violencia combatían a los ‘comunistas’, masones y religiosos progresistas”. 

En los corrillos políticos de León es conocidísima la historia de un priista de apellidos García Márquez, ‘el puchitas’, atacado por una célula del ‘Instituto Atlético Militar’, en el que presuntamente participaría Alfredo Anda Páez, gurú de los comunicólogos azules de la aldea. Y esta semana, el abogado Francisco Javier Alcaraz de la Rosa, escribió en Facebook: “en mi ya lejana juventud fui golpeado por miembros del Yunque en la preparatoria oficial… no digo nombres de integrantes pero ahora son empresarios exitosos miembros del PAN.”

Que fue hasta el año 2000 que el Yunque consiguió el poder que anhelaba en Guanajuato, con la gubernatura de Juan Carlos Romero Hicks -quien tuvo como secre de Gobierno a Juan Manuel Oliva… y así.

La diputada morenista al Congreso local, Magdalena Rosales, tuvo el tino de llevar a la tribuna la denuncia de los nexos del PAN con el ‘Yunque’, y su influencia en los legisladores de Acción Nacional, ‘que promueven una agenda ultrarreligiosa, antiabortista, xenófoba, de intolerancia frente a la diversidad sexual…” Bueno, sí -El discurso ‘fashion’ en favor de las mujeres, de diputadas como Libia García, ahora secretaria de Gobierno o de Alejandra Gutiérrez, alcaldesa electa de León, se agotó en las campañas…

-¿¡Renuncias a Satanás… y a todo lo demás!? -pregunta, enérgico, el pastor.

-Nada más a Satanás… -responde, lacónico, el postulante.

Hm, esa es otra ceremonia.

(A) LA JAULA

Mal, muy mal.

La Organización Panamericana de la Salud, acusó a México de relajar la lucha contra la pandemia del Coronavirus SARS-CoV-2. Justo cuando la variante Delta azota al país. Lejos de la cobertura total del programa de vacunación. Los contagios y las muertes aumentan. Que la OPS ni se asome a Guanajuato…

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