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Del plato a la boca
Alejandra Gutiérrez presentó este jueves su ‘reestructura’ del aparato de la seguridad pública municipal, con la que jura que descenderán los índices de la violencia
Por Francisco Javier Mares
“Con mucho respeto, quien decide a partir del día 10 soy yo”.
¿O cómo era?
La cita de Alejandra Gutiérrez Campos, a partir de este domingo Alcaldesa panista de León, le recordamos, reviró a la expresión socarrona del saliente Héctor Germán René López Santillana, quien adelantó a los cadetes de policía y tránsito que su jefe, Mario Bravo Arrona, seguiría en el cargo.
Bien, pues Alejandra Gutiérrez presentó este jueves su ‘reestructura’ del aparato de la seguridad pública municipal, con la que jura que descenderán los índices de la violencia que hereda de su correligionario, números de escándalo nacional.
¿Y qué cree?
Nada, hombre, que Mario Bravo Arrona, exescolta del gobernador Diego Rodríguez, asignado a León por el secretario estatal de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca -en desdén manifiesto a la autonomía constitucional de los Municipios-… fue ratificado como el secretario en León. Conserva el empleo, pues.
Todo un melodrama, porque parece que la nueva presidenta municipal de la urbe más poblada del estado, la tercera del país, fue la última en enterarse de la confirmación del buen Mario.
Eso porque el martes, justo una semana después del ‘affaire Germán’, en sesión de la comisión de Gobierno y Seguridad del Ayuntamiento leonés, el síndico Christian Cruz Villegas, ya con el ‘pin’ del Congreso de Guanajuato -a donde regresa como Secretario general- en la solapa del saco, le obsequió al susodicho un escueto: ‘le seguimos encargando la ciudad… y le seguiremos molestando’.
¡Doble play!, gritaron en las graderías del diamante.
Así que el ‘anuncio’ de Alejandra Gutiérrez este jueves pues, la verdad, no fue tal.
La muy publicitada ‘reestructura’ de la organización de la seguridad pública de la ciudad se redujo, ahora se sabe: a la ‘creación’ -contratación- de un ‘Comisionado en seguridad’ -otra plaza como la del ‘City Manager’, que pelea rabiosamente su permanencia-; al cambio de nombre de la dirección de Tránsito municipal, que ahora se llamará ‘Policía Vial’; y a la ratificación de Mario Bravo -‘parto de los montes’, le llaman.
Ahí está la apuesta para que regrese a los ciudadanos del municipio la tranquilidad, la paz y la seguridad en su vida cotidiana.
Pero Mario Bravo Arrona, sepultado bajo los números rojos que siembra el crimen organizado; fuera de control la violencia en barrios y colonias; acusado de hostigamiento por los colectivos de defensa de los derechos de las mujeres; once de sus uniformados, asesinados desde su nombramiento… se queda.
Así que ya tendrá tiempo Alejandra Gutiérrez de digerir este trago amargo, porque apenas es el primero. Como mera jefa de la burocracia municipal, ni siquiera todos los nombramientos se los dejan a ella. Cosas de la política. Y las decisiones de gobierno, lo dijimos ya, corresponden al pleno del Ayuntamiento. Advertida estaba.
En el resto del estado, misma lección habrán de aprender los otros 45 que llegan, en carne propia o en boca de los que repiten -quienes, diría el clásico: ‘ya se la saben…’
POR FIN SE VAN
Desde la media noche de este sábado hay Nueva Administración en los Ayuntamientos de los 46 municipios de la entidad.
Como sea, hace rato que el porcentaje mayor de los ilusos, se acomodan en las filas de los desilusionados…
Los municipios más grandes del corredor industrial de Guanajuato, forman un collar de muestra caótico. En León, Irapuato, Salamanca y Celaya, tres administraciones panistas y una de Morena -al frente una expanista-, dejan atrás a sociedades asoladas por la violencia; una pandemia ignorada como en muy pocos rincones del país; y empobrecidas.
En León, por fin, el adiós a Héctor Germán René López Santillana, panista, un Presidente municipal lamentable desde cualquier ángulo que se le observe. Y estuvo ahí seis años. En su huella, como en la del caballo de Atila, será difícil hacer que crezca de nuevo algo de provecho. Del paso de H. Germán René, poco a poco, vencidos los convenios publicitarios, asoma una cauda de acusaciones de latrocinio que se antoja interminable. Él, ‘multifuncional’ en las canchas del dinero público que es, ya debiera saberlo: funciona así…
En Irapuato, Ricardo Ortiz, albiazul como el arriba citado, deja también seis años de un ejercicio municipal tan arbitrario como ineficiente. Desde la acera, cede al gobernador Diego Rodríguez el proyecto de la construcción de la Torre Médica en el parque Irekua, literalmente atascado, como regalo de despedida a una gestión de un desaseo pleno. En Irapuato se vende bien el PAN. Ahí continúa la saga partidaria, Lorena Alfaro García, en un salto con un alto grado de dificultad, desde la diputación local.
Salamanca se la queda Morena, con César, el tercero de la ‘Dinastía Prieto’ de la Morena de Amlo en Guanajuato. Al cierre de la administración, negada la posibilidad de la candidatura a la reelección, su hoy excorreligionaria Beatriz Hernández Cruz, abandonó el barco a mitad de la tormenta. Lo suyo fue el desastre administrativo y de gobierno.
Y en Celaya, bueno, a Elvira Paniagua, en fuga del empleo, lo único que preocupa ahora es conservar sus escoltas oficiales. Es de reconocer que en 2020, Elvira recibió amenazas del crimen organizado, que se las dejó por escrito en cartulinas, y fueron a hacer una quema a las puertas de la presidencia municipal. Cobijado por las mismas siglas, a Elvira Paniagua la releva Javier Mendoza, a quien el ‘am’ reporta con un estado de salud preocupante…
Aquí están ya, pues, los nuevos jefes de los 46 Ayuntamientos del estado de Guanajuato, tienen enfrente el reto grande, mayúsculo, de hacerlo peor que sus antecesores: difícil, casi imposible. A ver.
(A) LA JAULA
Tú la guitarra y yo maracas
En el Congreso asignaron las comisiones. Punto para Luis Ernesto Ayala. El PAN mandón se queda con 11, entre ellas, claro, las más mejores. Gobernación y Puntos Constitucionales, Justicia, Hacienda y Fiscalización y Seguridad Pública y Comunicaciones. La segunda fuerza, Morena, presidirá cuatro. Salud Pública, de Atención al Migrante, Juventud y Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables. Aquí es donde hay que poner el ojo. Lleva al frente a David Martínez Mendizábal, ido de la IberoLeón a la curul. No solo eso, coordinó su Programa Universitario sobre la Pobreza y articuló los compromisos a firmar por cuanto candidato pasa por ahí. Nunca han hecho demasiado caso, pero firman. De David se espera una voz informada, comprometida y firme. En Guanajuato es pública y notoria la laguna entre el discurso oficial y la estadística reiterada del Coneval; entre la ‘Mentefactura’ y el Aviso Clasificado. Además, en el sector universitario, la IberoLeón en particular ha sido agraviada criminalmente por la violencia y la inoperancia de los cuerpos de seguridad. El priismo se queda con la presidencia de dos. Asuntos Electorales y de Igualdad de Género, que lleva al frente a la irapuatense Yulma Rocha Aguilar. Esta es otra comisión a observar. Yulma será la sombra vigilante de su coordinador, Alejandro Arias. Es frontal en el discurso y gusta de los reflectores. Los tendrá. Quiera o no el panismo en turno, la agenda de las libertades civiles será dominante en la 65 Legislatura en la que cobran. El pronóstico es que al menos con David y Yulma, los panistas van a topar en pared. Después de todo, el trabajo se hace en comisiones. En realidad el piano lo carga Apoyo parlamentario, pero acá está la discusión formal. A la sala del Pleno, los legisladores únicamente van a lucir su ‘outfit’ en la foto en tribuna, pero bueno, esa es una de sus muchas prestaciones. Y ahora sí, a tocar y cantar, como cuando tenían 16…
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