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Yo te lo juro que yo no fui
Año con año, Guanajuato califica como el estado en el que se cometen más asesinatos…
Por Francisco Javier Mares
La conseja enseña que no hay ciego peor que el que no quiere ver…
Año con año, Guanajuato califica como el estado en el que se cometen más asesinatos. A ver, otra vez: Guanajuato es el estado en el que más gente matan.
Alvar Cabeza de Vaca fue a tomarse un cafecito de seis horas con la burbuja política de los diputados al Congreso local. Mandó decir a la población que él no tiene responsabilidad alguna de esos índices de violencia. Que averigüen con los municipios y con la federación.
La pregunta, pues, es obligada:
-¿Entonces a cambio de qué, los contribuyentes pagan su sueldo?
El licenciado Alvar Cabeza de Vaca Appendini, a la sazón secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Guanajuato, fue al Congreso del estado a dar la razón al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Con el fiscal Carlos Zamarripa, él también debe irse.
De la comparecencia, que nunca es tal, ni siquiera el boletín oficial del Congreso -cada vez más espantosos-, encontró un solo dato a rescatar. Que el funcionario fue ahí para dialogar sobre el estado que guarda la entidad en materia de seguridad pública’, dice.
Eso sí, como en crónica de sociales enlista que: “La mesa estuvo encabezada por el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, diputado Luis Ernesto Ayala Torres. Además, estuvieron presentes la diputada Dessire Ángel Rocha y los legisladores Ernesto Millán Soberanes, Alejandro Arias Ávila y Gerardo Fernández González, integrantes del órgano de gobierno del Congreso del Estado. También participaron el diputado Martín López Camacho, presidente de la Comisión de Seguridad Pública y Comunicaciones, así como la diputada Alma Edwviges Alcaraz Hernández y los congresistas Rolando Fortino Alcántar Rojas y Bricio Balderas Álvarez, integrantes de dicha instancia legislativa. Los acompañaron la diputada Yulma Rocha Aguilar y el legislador Armando Rangel Hernández, presidente del Congreso del Estado”.
Alvar repartió a todos, atole con el dedo. De la susodicha ‘charla’, poco trasciende. Alvar Cabeza de Vaca habría dicho que la federación y los municipios, son los responsables de la inseguridad que priva en la entidad. Que esta no afecta ni a las empresas ni a la economía. Y que para él “todo está bien” en la estrategia de la secretaría a su cargo.
¿Es broma?
Ningún titular, desde que crearon la secretaría de Seguridad Pública estatal, allá en el arranque de los dosmiles, con Juan Carlos Romero Hicks como gobernador, había sido tan intrusivo en el quehacer de las policías municipales, como Alvar Cabeza de Vaca. Todo mundo reconoce que quita y pone a los jefes de los gendarmes a según el humor con el que despierta, bajo el argumento peregrino del ‘mando único’. Vamos, hasta una policía tan ‘estatal/municipal’, como inconstitucional se inventó. Pero como nada va bien, pues el hombre es ajeno. Muy conveniente.
Que la violencia criminal en Guanajuato no afecta a las empresas ni a la economía, bien haría en aclararlo a los japoneses, a los estadounidenses, a los canadienses y a los alemanes, que han instruido a sus ciudadanos a que no vengan a Guanajuato.
Y de aquello que ‘todo está bien’ en la secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato, bueno, habría que esperar la carcajada del presidente Andrés Manuel López Obrador, en ‘la mañanera’ de este lunes.
Para decirlo sin rodeos, la presunta comparecencia, otra vez fue un mero disparate.
LE HACEN CASITA
Y otra vez, lo interesante es el entorno…
El panismo gobernante, la abrumadora mayoría panista en el Congreso de Guanajuato, sigue sin entender que a ellos es a quienes más convendría el desahogo de un calendario de comparecencias preestablecido y continuado a lo largo de su estadía en el edificio de cristal: eso quitaría presión al gabinete del gobernador; desataría el nudo fastidioso de la glosa de los informes de gobierno, y restaría ‘impacto’ mediático en la opinión pública a cada desaguisado. Ello, al margen de ‘vender’ transparencia y rendición de cuentas y demás.
Ah, pero no.
Atados a sus limitaciones, líderes camarales van y vienen y todos hacen lo mismo: envolver en algodones a los funcionarios, para que no se les lastime siguiera con una pregunta de prensa incómoda; y no trascienda a los ciudadanos que pagan sus altos emolumentos, la explicación que arriesgan de los muchos males que aquejan a Guanajuato.
Está en turno, el panista leonés Luis Ernesto Ayala Torres, aspirante a la candidatura blanquiazul a gobernador, relevo de Jesús Oviedo como coordinador de los panistas y jefe del Congreso. Absolutamente nada ha cambiado.
A su alrededor, los diputados opositores -al menos en cuanto a sus escudos partidarios se refiere-, sobreviven resignados a las condiciones que decide la mayoría.
Dijo Alvar, sin reírse, que municipios y federación son los responsables de la inseguridad rampante en el territorio del estado. Alguien debería recordarle que su partido -da lo mismo si tiene credencial o no-, el PAN, detenta el Gobierno del estado de manera ininterrumpida desde hace 30 años; que gobiernan también el mayor número de municipios y, por supuesto, que su mayoría en el Congreso es aplastante.
A León, la ciudad más poblada de la entidad, salvo tres años, de 2012 a 2015, lo gobiernan desde el primero de enero de 1989; y antes, en 1985, ya habían ganado la Presidencia municipal de San Francisco del Rincón. De algo debieran responder.
Compartió a los diputados también, que las fuerzas a su mando saben ‘qué municipios tienen problemas’, caray, eso lo sabe cualquiera que lea un periódico o atienda las redes sociales; el escándalo es que los diputados toleren ese tipo de aseveraciones…
Será el sereno, pero que el desempeño del secretario de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca, y el del Fiscal ‘autónomo’, Carlos Zamarripa Aguirre, es un desastre, es tan evidente que no necesita demostración.
El único misterio auténtico alrededor suyo, es: ¿Exactamente, qué los sostiene en sus cargos? Los números y el reconocimiento de la sociedad, no.
Incluso sin provocación de por medio, el gobernador Diego Rodríguez reitera que ambos están firmes y que sus resultados los avalan. Si se trata únicamente de llevar ‘la contra’ al Presidente Amlo, francamente sería una desmesura. El estribillo recurrente de que ‘algo saben’ debiera llevar entonces a ‘alguien’ a los juzgados… nada de ello ocurre.
Alvar ya va para diez años en el puesto, y dice que ni siquiera la prevención del delito es su responsabilidad, que la comparte -menos mal-, todo indicaría que así le seguiremos al menos hasta el 2024 -ya enterados, nadie olvide pagar sus impuestos.
En la versión oficial, “el diputado Luis Ernesto Ayala Torres consideró que había un balance positivo de la reunión porque se informó de manera detallada el resultado de la operación de la Secretaría de Seguridad Pública (…) Dijo están abiertos a conversar con los diferentes actores para generar las reformas necesarias, a fin de que Guanajuato sea un estado donde la paz y la tranquilidad se sienta por los guanajuatenses…” No, pues no.
(A) LA JAULA
La patrulla
Contra toda evidencia pública antes, durante y después, el secretario de Seguridad Pública del Estado, Alvar Cabeza de Vaca, jura que la patrulla de las Fuerzas de Seguridad Pública, que un grupo delictivo ostentó en un vídeo en las redes sociales, no es un vehículo de la corporación. Pero a los diputados habría dicho que se la birlaron al proveedor ¿Tons? Hay cualquier cantidad de notas informativas, no desmentidas, que documentan el robo no de una, sino de cinco patrullas, de las que recuperaron únicamente cuatro. Parece que alguien ‘se hace pato’. Y no es Donald.
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