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El ruletero
El reino de las centrales de taxistas priistas, las emergentes del cardenismo y las legiones de ‘piratas’, se reconocía amenazado…
Por Francisco Javier Mares
Apenas llegado -‘haiga sido como haiga sido’- el panismo al gobierno de Guanajuato, allá en 1991, año del Señor, la primera manifestación de protesta que enfrentó el interino Carlos Medina Plascencia fue la de los taxistas en León, frente al viejo Centro de Convenciones en el Balm y Villa -los teléfonos celulares parecían radiotransmisores sacados de la serie de ‘Combate’.
El reino de las centrales de taxistas priistas, las emergentes del cardenismo y las legiones de ‘piratas’, se reconocía amenazado.
Entonces, como ahora, el panismo no sabía qué hacer.
Carlos Medina pretendió obligar a los taxistas al uso del ‘taxímetro’, fracasó; prometió la difusión de los acaparadores de las concesiones, incumplió; solo los conductores serían los concesionarios, abortó; juró acabar con el mercado negro de concesiones, no pudo; comprometió aniquilar a los ‘piratas’, zozobró.
Él se fue y siguió Vicente Fox, demasiado ocupado en leer el futuro. Nada cambió. Un soldado en sus filas, Nabor Centeno, propuso la solución: el corporativismo. Nacieron las centrales de taxistas panistas, ‘Línea Dorada’, a la punta. Harían su gran debut en una parada de apoyo a Fox, a las puertas del rancho San Cristóbal. Vicente transitaba del Paseo de la Presa a Los Pinos.
Al interino Carlos Medina y al primer azul electo, Vicente Fox, se continuaron Juan Carlos Romero, Juan Manuel Oliva, Miguel Márquez y Diego Rodríguez, en curso -más dos sustitutos, Ramón Martín Huerta y el inefable Héctor Germán René López Santillana, efímeros ambos.
La caída del priismo arrastró a los líderes tradicionales como Gilberto Escalante, de la COR; Enrique Betanzos, de la CROC; o Juan Leobardo Martínez, de la CROM, mientras emergía una central poderosa: ‘Taxitel’, de Fernando García Murguía, dispuesto a empujar las campañas políticas del blanquiazul.
Internet trajo el servicio de taxi desde las plataformas digitales, y el mundo se vino encima al gobernador Miguel Márquez, con la irrupción mundial de ‘Uber’.
Taxitel, al amparo de los gobiernos en turno, había echado a andar su versión ‘tropicalizada’ de los ‘taxis ejecutivos’: vehículos de modelo reciente, sin logos en los vehículos ni identificación visible de los choferes, como un servicio de alquiler. Para el Gobierno del estado, ‘Uber’ complicaba la relación, los compromisos. El Ejecutivo desató una verdadera cacería contra la plataforma, con los agentes de Tránsito del estado -siempre serán solo eso-, como ariete.
En 2016, el Congreso del estado aprobó tonterías que nomás no aterrizaron: que si los choferes uniformados; que si el distintivo así de grande o más chiquito…
Treinta años después, los gobernantes panistas orbitan todavía el planeta de los taxis, en busca de la cuadratura al círculo.
POR LA GRAN VÍA
La nueva, es: una APP oficial, en ruta fija al monopolio…
El gobierno estatal confiesa que el objetivo es registrar a todos aquellos vehículos y operadores que trabajan ya con una plataforma… hasta alcanzar un control total.
Los permisos o tarjetones que giró para la operación de taxis ejecutivos, no serán renovados al expirar su cobertura -desaparecen y sus tenedores deberán inscribirse en la plataforma que impulsa la autoridad.
Más claro: las plataformas -Uber, Didi, etc.-, podrán coexistir pero, ojo, nadie podrá trabajar fuera de la plataforma de la autoridad estatal -a excepción de los ‘taxis verdes’ tradicionales, que seguirían en la ruleta y además en la plataforma, si así lo deciden.
Así que el Gobierno del estado crea una aplicación móvil para ofrecer el servicio público de transporte sin ruta fija -vulgo: taxis-, en dos modalidades:
- La primera permitirá a los taxistas utilizar esta plataforma como una oferta adicional a los medios que tradicionalmente utilizan -sitio, teléfono, ruleteo, whatsapp…-, para llegar a más usuarios.
- La segunda incorpora a la aplicación móvil a quien sea que lo solicite, siempre y cuando estén registrados en el servicio privado de transporte -solo prestarían su servicio mediante la plataforma oficial o cualquiera otra de las existentes.
Aquí es donde Troya arde.
Los taxistas ‘verdes’ rechazan que cualquier persona, solo con inscribirse en alguna de las plataformas y acreditar sus habilidades y el vehículo, pueda prestar el servicio ‘ejecutivo’. Defienden que liberar los permisos de taxis ejecutivos, no es la solución al embate de ‘las plataformas extranjeras’.
Justo hace un año, en el lago azul, la Unión de Concesionarios del Estado de Guanajuato, UCEG, que integran Taxitel, Francisco Villa y Línea Dorada, realizó su “Foro de Transporte en la Modalidad de Alquiler sin Ruta Fija, los Retos de la Movilidad Humana Moderna” -al menos, título hubo.
Ellos que son el ‘taxismo tradicional’, piden que se aplique la ley a los autos particulares, a los que califican simplemente como ‘taxis piratas’. Añoran a Nabor Centeno y extrañan a Juan Manuel Oliva; Romero Hicks los trató bien; lo mismo, Miguel Márquez, pero sienten que con Diego Rodríguez los alcanza la noche.
Pronostican que de aprobarse la Iniciativa de marras en los términos en los que se envió, es seguro que ciudades como San Miguel de Allende y la capital Guanajuato, serán rebasadas por la cantidad de taxis ejecutivos en sus callecitas.
De acuerdo con la Dirección General de Transporte, en el estado de Guanajuato circulan unos 9 mil ‘taxis ejecutivos’, incluidos los mil 401 que tramitaron sus permisos. Para los verdes todos son ‘piratas’.
Como nadie vende pan frío -‘Mercado libre para los taxis ejecutivos’, dice el gober-, para el Gobierno del estado, en su APP todo son ventajas:
- Para los usuarios: los botones de pánico -lo mismo para los operadores; la compatibilidad con IOS y Android; una opción más económica; una tarifa estandarizada; quejas a un correo institucional; más seguridad con el registro de vehículos y operadores; monitoreo de cada viaje por personal oficial.
- Para lo concesionarios y operarios: el incremento en las utilidades del operador, sin las comisiones de otras plataformas; y validación automática del registro de vehículos, de la vigencia de licencia de conducir, las infracciones y el tarjetón.
El proyecto de la APP, unos quince millones de pesos el costo, será financiado por el Gobierno del estado y asignado vía licitación pública -que en una de esas, ganaría cualquier empresa de siglas asociadas a Taxitel…
(A) LA JAULA
La seguridad de León ¿Así cómo?
Parece que la ‘reestructura’ de la seguridad pública que promociona la Presidenta municipal Alejandra Gutiérrez, topa con la realidad. Ahora que oootra vez quieren convertir a los agentes de tránsito en policías -en la prehistoria lo hizo Carlos Albo Moreno y en la era contemporánea, Alvar Cabeza de Vaca-, resulta que no hay con qué. Les ofrecen 300 chalecos blindados de desecho. Que si quieren cada cual compra el celofán y les ceden el rico relleno de plomo. Y hay cien pistolas, pero la ‘licencia colectiva’ restringe su uso como ‘arma de cargo’ al uniformado abajofirmante, y nadie quiere compartir la responsabilidad burocrática en la mala hora. Más. Circulan un par de audios, en los que un presunto comandante acosaría sexualmente a otras tantas oficiales. Ahora, si Mario Maciel, quien regresó a su origen como director de Fiscalización, es propietario de una cantina ¿Habría un conflicto de intereses, no? Si como dicen, de tanto en tanto lleva allí a la tropa tamarindo -y antes a la de la contraloría-, bueno, eso ha de ser mera querencia que le dejó su aduana inmediata anterior en la nómina del gobierno. Tanto se encariñó, que conserva dos escoltas. Vamos a terminar por creer que nadie hace caso a la Alcaldesa…
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