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Patoaventuras
La pobreza es apenas uno de los muchos capítulos en los que Guanajuato cierra mal, muy mal, el año 2021, el segundo de la pandemia…
Por Francisco Javier Mares
Una cosa es clara, es muuuy difícil encontrar en las redes, los portales o los medios formales, opiniones o información favorables al desempeño de Mauricio Hernández Núñez, delegado federal de Programas Integrales para el Bienestar de Guanajuato -o algo así-, coloquialmente identificado como el ‘súperdelegado’ de Amlo en el estado.
Vamos, ni siquiera son comunes expresiones que justifiquen la existencia de esa figura aquí -es de entender que ocurriría lo mismo en el resto de las entidades federativas de México.
Y una referencia es por demás ‘curiosa’, el eje de los señalamientos negativos al quehacer de Mauricio es siempre el mismo: su gusto por rodearse de mujeres atractivas, inicialmente ‘edecanes’ en los encuentros bajo su organización… a las que luego habilitaría como empleadas públicas, nada mal remuneradas, además.
Desde el fin de semana circula profusamente la historia de ‘Mónica’ quien sería su colaboradora más cercana, y con ella una cauda de nepotismo y amiguismo difícil de explicar y, menos, empatar con el discurso de austeridad del presidente o con las condiciones por las que atraviesa el país, el estado, atrapados en la pandemia del Coronavirus SARS-CoV-2 y su saga de ‘Covid-19’.
La narración es recurrente, igual había circulado en mayo de este año, pero es tal la abundancia de nombres y datos y testimonios, y tan simpáticos todos, que esbozan una telenovela de humor negro.
La biografía reciente de ‘Mónica’, entonces, resulta harto emocionante y favorable a su peculio. Hasta hace un par de años, aparecía en convocatorias como el Sapica o Anpic, en funciones de ‘edecán’, una tarea legítima sin duda. Con Mauricio habría cambiado su suerte.
Ahora tiene una plaza como ‘coordinadora de interoperabilidad de Programas Sociales en Guanajuato’, cualquier cosa que ello signifique, pero que le permite contratar al menos a siete de sus familiares, como empleados federales en la Secretaría del Bienestar. Cobraría 29 mil 18 pesos mensuales.
El sitio ‘ellosynosotros.com’, cita información obtenida a través del Instituto Nacional de Acceso a la Información, el INAI, para acreditar que ‘Mónica’ pasó de ‘servidora de la Nación’ a ‘Coordinadora de Interoperabilidad…’ en un rato breve. Ella habría estudiado Turismo de Negocios en la UDL, de acuerdo con su currícula.
De los familiares que reclutó en la nómina, cinco contarían con estudios de secundaria, dos con ‘bachillerato abierto’, y refieren contar con experiencia como edecanes, cocineras y empleadas de mostrador.
En fin, sea el episodio de ‘Mónica’, solo un pretexto para preguntar cuáles son exactamente las tareas que realiza el ‘Súperdelegado del Bienestar’ en Guanajuato, porque su fracaso sería espeluznante.
El ‘botón de muestra’ es del tamaño del sol:
El municipio de León, el tercero más poblado del país, cierra este año 2021 como: ‘La Ciudad con Más Pobres en México’, según publica el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el Coneval.
¿Entonces?
CADA QUIEN SUS POBRES
Que circulen versiones contrarias, tendenciosas, agresivas incluso, al obradorismo en un territorio que le es hostil como Guanajuato -si no que le pregunten a las urnas-, nada tendría de extraño, pero si al menos la tercera parte de la fama pública que se ha construido en torno a Mauricio Hernández Nuñez, es acertada, el caso de ‘Mónica’ no sería anecdótico.
Y ello es grave.
Habla de dispendio, amiguismo, acaso de corrupción, sin duda, de ineficacia: a juzgar por los números que retratan la pobreza en los municipios de Guanajuato, los programas federales tampoco están calando en la entidad.
Y ahí es donde la pregunta encuentra espacio: ¿A qué se dedica el buen Mauricio?
Vamos, ni siquiera ha sido capaz de meter en cintura a los ‘servidores de la Nación’ -o como sea que se denominen-, en los puestos del Programa Nacional de Vacunación, donde regularmente son parte del problema -su necedad es desesperante-, no de la solución.
Aquí lo innegable es que los programas clientelares de los gobiernos de los municipios, el estado y la federación -casi insultantes, al acercarse cada elección-, echan a la calle cada vez a más pobres.
Esas estadísticas nos dicen que no hacen bien su trabajo y, otra vez, que el discurso nada tiene que ver con la realidad.
La desaparición anunciada de un sinnúmero de delegados federales heredados por el panismo y el priismo -que ni siquiera ha sido tal-, y la concentración, al menos públicamente, de semejantes facultades en una sola persona, no permite la evaluación de su desempeño, ni da certeza del estatus particular del trabajo de esas secretarías en la entidad.
La pobreza es apenas uno de los muchos capítulos en los que Guanajuato cierra mal, muy mal, el año 2021, el segundo de la pandemia: la (mala) salud, la pobreza y la violencia asfixian a los guanajuatenses, y la proximidad de la Feria Estatal de León y el alza anunciada en los contagios de la variante ‘Ómicron’, del Coronavirus SARS-CoV-2, se serviría como un cóctel de consecuencias graves.
Pero nadie se mueve, porque hay que ‘reactivar la economía’.
Esa es al menos la única coincidencia visible entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Guanajuato, Diego Rodríguez -que suelen pelearse públicamente, de lejecitos, y regalarse abrazos cordiales frente a las cámaras, las pocas veces que se encuentran ¿Así cómo?
Este serial de ‘Las Aventuras de Mauricio’, bien valdría una pregunta en ‘la mañanera’ de Amlo, si alguna vez la traen de nuevo a Guanajuato -solo en el ánimo de que sea ‘en terreno’-, y además, siempre y cuando, la ruleta del humor del presidente toque en suerte.
Al menos el 2021, ya acaba…
(A) LA JAULA
Pesos y presos
El gobierno municipal de León informa -así como cosa de logro-, que en una semana, del 20 al 27 de diciembre, que incluyó Nochebuena y Navidad, fueron arrestadas 3 mil 15 personas. Lo que no nos queda muy en claro, es si eso es bueno o es malo. Porque, a ver, si tanta gente está dispuesta a violentar al menos los reglamentos -nos dicen que al 50 por ciento se le remitió por ingerir alcohol en la vía pública-, eso de que ‘construyen ciudadanía’, es un cuento que dura ya más de 30 años.
Si a la autoridad la mueve un ánimo meramente recaudatorio, es peor, y ello no necesita mayor explicación. Ahora bien. Tres mil 15 personas, rebasarían el cupo de cualquiera de las cárceles del estado. Son un montón de gente ¿Todas y todos a los separos, en plena pandemia? Pues qué mal. Entonces, el gobierno difunde que 2 mil 601 fueron puestos a disposición por faltas administrativas y 414 por la comisión de algún delito. Prudentemente no informan el monto del ingreso. Ah, 249 fueron detenidos por orinar en la calle. Audaces, los gendarmes de León…
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