¡Guau!
¿Recibos del cajero automático? Útiles, pero también un riesgo para tu seguridad
Muchos usuarios en el cajero automático optan por imprimir un comprobante que muestra el saldo restante y otros detalles, pero…
Retirar dinero en un cajero automático es una actividad cotidiana para millones de personas en todo el mundo, al finalizar la transacción, muchos usuarios optan por imprimir un comprobante que muestra el saldo restante y otros detalles. Sin embargo, expertos en seguridad advierten que esta práctica, aunque útil en algunos casos, puede poner en riesgo tu información personal y financiera.
El peligro oculto en los recibos del cajero
Los comprobantes emitidos por los cajeros automáticos contienen datos sensibles que, en manos equivocadas, pueden facilitar fraudes. Según Kaspersky Lab, una empresa especializada en ciberseguridad, estos tickets pueden incluir información como el número parcial de la cuenta o detalles de la transacción que los delincuentes pueden explotar.
Por ejemplo, si el recibo es desechado sin destruirlo correctamente, es posible que alguien lo recupere y lo utilice para hacerse pasar por el banco. Con esta información, los estafadores pueden crear mensajes falsos o realizar llamadas fraudulentas para obtener más datos de la víctima.
¿Deberías seguir imprimiéndolos?
Aunque los comprobantes físicos son útiles para verificar operaciones, su impresión ya no es imprescindible en la era digital. Las aplicaciones de banca en línea ofrecen un registro detallado de cada transacción, reduciendo la necesidad de recurrir al papel.
Sin embargo, en casos de discrepancias o reclamaciones, un comprobante físico puede ser una herramienta clave para respaldar tu postura ante el banco. También es útil para quienes prefieren llevar un control manual de sus finanzas, ya que permite identificar patrones de gasto, ajustar presupuestos y detectar movimientos sospechosos.
Cómo protegerte si decides imprimir comprobantes
Si optas por obtener recibos del cajero, toma medidas para proteger tu información:
- Conserva los comprobantes en un lugar seguro: Clasifícalos por fecha o tipo de operación para facilitar su consulta en caso de necesidad.
- Destrúyelos adecuadamente: Antes de desecharlos, utiliza una trituradora de papel o rómpelos en pedazos pequeños para evitar que alguien pueda reconstruir la información.
- Revisa tus registros en línea: Cruza los datos del recibo con los movimientos en tu banca digital para confirmar que no haya errores o transacciones no autorizadas.
Si bien los comprobantes físicos siguen siendo útiles en ciertas situaciones, su impresión debe hacerse con precaución. Proteger tus datos personales es fundamental en un entorno donde los fraudes financieros son cada vez más sofisticados.
La próxima vez que retires dinero de un cajero, considera si realmente necesitas ese recibo y, de ser así, asegúrate de manejarlo con cuidado. La seguridad financiera empieza con pequeños hábitos que, a largo plazo, pueden hacer una gran diferencia.